En el Foro Económico Mundial, celebrado en el Palacio Libertad, el presidente Javier Milei le agradeció a la oposición dialoguista por respaldar su gestión en el Congreso y aseguró que su gobierno no perdió el apoyo social después de diez meses de mandato, a pesar de haber implementado el ajuste económico más grande y brutal de la historia del país. Durante su exposición, Milei afirmó que su gobierno está "poniéndole un cepo al Estado" en lugar de restringir las libertades individuales: "Mientras el resto de la dirigencia se dedicó a ponerle cepos a las libertades individuales con resultados nefastos, nosotros venimos a ponerle un cepo al Estado de una vez y para siempre".
De esta manera, remarcó que el cepo "se lo vamos a poner al Estado". También señaló que la reducción drástica del gasto público permitirá bajar impuestos y devolver al sector privado lo que, en su opinión, el Estado le había "robado". "Y es precisamente la reducción drástica del gasto público que estamos llevando adelante lo que nos va a permitir devolverle en bajas impositivas al sector privado el producto que el Estado le robó", expresó y comparó la lucha de su gobierno con la batalla de las Termópilas, en referencia a la resistencia ante un "gran aparato del partido del Estado". "Estamos peleando día a día nuestra propia batalla de las Termópilas", afirmó.
Y agregó: "Con 6 senadores, 39 diputados y la voz de millones de argentinos que nos apoyan en la calle y en las redes contra el gran aparato del partido del Estado". En su exposición, el presidente no dudó en agradecerle a los sectores políticos que apoyan sus reformas y sus vetos en pos de alcanzar el equilibrio fiscal y económico. "Nobleza obliga, me gustaría agradecer al sector de la dirigencia política que no busca ´caranchear´ votos y que busca un verdadero cambio para el país de sus hijos y nos apoya sosteniendo nuestros vetos y nuestras reformas para garantizar el equilibrio fiscal y el equilibrio económico", dijo.
Y como no podía ser de otra manera, criticó a la oposición "carancho" que, según él, busca proteger sus privilegios a costa. "Hay otro sector que quiere que nada cambie, que quiere seguir protegiendo sus privilegios a costas de todos los argentinos, esa oposición ´carancho´ que dijo que nos íbamos en enero, en Semana Santa, en junio y ahora no saben dónde meterse porque la motosierra sigue más prendida que nunca", manifestó. El mandatario, que parecía distendido y bromeó sobre los efectos de su reciente cumpleaños, se enorgulleció de haber impulsado el ajuste más significativo y brutal en la historia del país.
Pese a esto, reconoció una caída en su imagen según las encuestas, aunque sostuvo que no perdió el apoyo social. "Si la casta política necesitó violentar derechos para que el sistema se mantenga, la Justicia lo ha avalado bajo la doctrina de que no hay nada más importante que la supervivencia del Estado y que los derechos de los ciudadanos están sujetos a eso, mientras abogan por el famoso Estado de Bienestar no hacían otra cosa que luchar por el bienestar del Estado", pronunció.
Y continuó: "Somos el primer Gobierno en décadas en poner el bienestar de los ciudadanos por encima del bienestar del Estado y que está retirando al Estado de la esfera privada de los ciudadanos para vivir en un Estado de derecho pleno. Eso es defender las instituciones, la república y a los ciudadanos". Destacó que, en menos de un año de gestión, su gobierno logró reducir la inflación a su nivel más bajo en cuatro años, con -dijo- precios estables en varios sectores.
De hecho, sostuvo que comenzó a transformar lo que describió como un presente decadente en un futuro próspero. "La Argentina lleva 100 años de faltar a su palabra y el mundo lleva 100 de quemarse con leche. No es casualidad que la población haya elegido como presidente a un tipo que hace tres años estaba en el sector privado, porque sabe que en el sector privado si tu palabra no vale no llegas a ningún lado, mientras en la política cuanto menos palabra tengas más alto llevas en el escalafón", remarcó.
Su breve discurso duró poco más de 19 minutos y fue escuchado con atención por todo el auditorio, entre los que se encontraba la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, con su perro Thor, que ladró en varias ocasiones, lo que motivó bromas del presidente y algunos aplausos tibios del público. "Tenes razón, Thor. Está diciendo que no ofendan a los perros diciendo que los anteriores eran unos perros", dijo Milei al escuchar los ladridos del can. A su vez, criticó el Estado de bienestar tradicional, acusando a la clase política de violar derechos para mantener el sistema y priorizar la supervivencia del Estado sobre los derechos de los ciudadanos.
En contraste, se presentó como el primer presidente en décadas en poner el bienestar de los ciudadanos por encima del Estado, retirando la influencia estatal de la esfera privada y defendiendo un Estado de derecho pleno. En ese sentido, el mandatario enfatizó que su modelo de libertad no es exclusivo de Argentina, sino un ejemplo para otros países de la región que sufren bajo las políticas del socialismo del siglo XXI. "Abrirnos al mundo, generar oportunidad de inversión y permitirles a los que deben generar riqueza, o sea, ustedes, el sector privado, que lo hagan sin ser asfixiado por la voz del Estado", desarrolló.
Y cerró: "Ese es el ejemplo que queremos dar. Su cooperación es fundamental en este nuevo capítulo que estamos escribiendo. Los invitamos a retomar el protagonismo que el Estado les robó injustamente durante tanto tiempo".