El candidato a presidente por La Libertad Avanza, Javier Milei, tiene una polémica e inamovible opinión sobre el cambio climático. Asegura, sostiene y afirma cada vez que le preguntan que "no existe". Incluso, suele apelar a una infografía que asegura que "la temperatura del planeta está en niveles mínimos", para fundar su postura. “El calentamiento global es una mentira”, llegó a decir.
Con la llegada de este discurso, la ola de preocupación de varios sectores está en boga. Es por eso que desde BigBang consultamos al movimiento social y político "Jóvenes por el Clima" qué tipo de repercusiones reales podría traer un gobierno como el de La Libertad Avanza en Argentina. Arturo Cuello, militante del ambientalismo, expresó que los riesgos son muchos. "No bajamos a la realidad de lo que implica un discurso así de negacionista", destacó.
¿Les sorprendió que Javier Milei haya ganado con el 30% de los votos?
- Fue algo que estaba en la posibilidad ya que se venían haciendo lecturas de que iba a ser una participación importante. No iba a ser como las representaciones de todas las provincias, que fueron muy bajas. Pero bueno, casi un 30% fue un shock de realidad tremendo. Porque entendimos que estábamos haciendo mal la comunicación muchos sectores, o sea Juntos por el Cambio y Unión por la Patria estaban teniendo un discurso que no estaba compensando los sentires de Javier. Nosotros entendimos que tal vez estamos teniendo un error en una comunicación, nos quedamos muy en la academia y no bajamos a la realidad de lo que implica un discurso así de negacionista.
Fue fuerte, fue angustiante todos estuvimos angustiados pero también encontramos una oportunidad de encontramos una oportunidad de acercarnos a un sector que ahora se desenmascaró y ahora hay que elevar la vara y reconfigurar los discursos. Con mucha responsabilidad por lo que implica conducir un espacio de ambientalismo popular que no está llegando a la sociedad, que tristemente es la juventud. Hay que entender que las posturas son antagonistas, hay gente que dice 'yo banco el ambientalismo', pero está con Milei. Las propuestas son antagonistas. Fue un shock.
¿Con qué contraargumentos podemos “combatir” el discurso de Javier Milei que dice que “no existe el calentamiento global”?
- La lógica que hay que entender es que es difícil debatir con los negacionistas, la premisa que una persona que no que niega un consenso del 98% de la comunidad científica, estamos hablando como contra una pared. Entonces hay que darle el respeto que tiene lo que lo que se representa él: representa un vacío en cuanto un tema en el cual él no quiere aceptar una realidad, entonces nosotros no lo vamos a poder convencer. Lo que podemos es refutar su negacionismo.
Él por ejemplo, dijo en una de las entrevistas, que “el planeta se calienta, en otra temporada se enfría y eso pasó desde siempre”. Bueno, hay un poco de verdad, un poco de certeza, cuando hablamos de que el calentamiento climático es un fenómeno que se da de manera natural.
Pero lo que está pasando desde la Revolución Industrial es que la actividad humana exacerbó las emisiones y llegaron a elevarse las temperaturas en un proceso en el cual, el planeta no se puede adaptar. Ante un panorama él elige quedarse con una versión fragmentada del problema en entonces lo que hay que hacer es desenmascarar que él se toma muy literal una parte del fenómeno cuando en realidad es todo una consecución de cosas, trata de vender una verdad de la imagen que no es cierta.
También dijo que “hay mucha agua, entonces podemos contaminar libremente el agua” y ¡no! Tenemos un 40% del país que no tiene acceso al agua. Ahora las discusiones van a ser en cuanto a las necesidades hídricas, porque el agua no es solamente para beber sino que ayuda a mantener las temperaturas, entonces si se está deshielando la Antártida ahí está el regulador ambiental de la temperatura.
Él no quiere ver la imagen completa de lo que representa el fenómeno, se queda con una faceta de lo que implica. El agua se usa para la producción a él que tanto le gusta hablar de mercado, necesitan agua, no podemos contaminar así porque sí. También se complica la condición humana: ¿Qué trabajador va a poder trabajar ir si no tiene las condiciones mínimas de agua?
Esa faceta con la que elige quedarse ¿tiene que ver con un entramado político que está por detrás?
- Que él niegue esto le da apertura a una vez desregulación que es lo que él viene a querer traer: un paquete de desregulación en cuanto a Derechos Humanos, porque los Derechos Humanos ahora incluyen al ambiente. Que él niegue ese fenómeno tiene todo un fundamento. Porque quiere negar al ambiente como un sujeto de derecho que se le está planteando y al negarlo como sujeto derecho eliminás cualquier factor de negociación en cuanto a políticas.
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Entonces si quiere venir una minera, por ejemplo a Jujuy con un gobierno de Milei, implicaría que no tenga condiciones de tutela el ambiente, el agua, las comunidades de los alrededores. Entonces negar el cambio climático no es solamente un discurso liviano, sino es negar todo un estado de derecho que tutela ciertas condiciones de piso mínimo que tenemos que tener a futuro para cuidar al ambiente. No es solamente las persona que se van a quedar sin agua, sino nuestros hijos, nuestros nietos.Porque en diez años vamos a tener 1 grados más de temperatura, entonces no es que “me cago un poquito más de calor” sino que vamos a tener las sequías que tenemos: 25% de la producción se perdió por la sequía y mirá si eso no va a afectar al mercado.
¿Cuáles serían las consecuencias ambientales en un gobierno como el de Milei?
- De llegar a Presidente Milei, no tendría el Congreso no tiene todavía las bancas necesarias para poder llevar adelante todas sus proyectos de ley y en todos los paquetes que se dijo que tiene ganas de hacer. Entonces se plantea como la situación que decimos sí puede llegar él y complicar las cosas, pero no puede cambiar en materia normativa muchas cuestiones.
Lo que sí puede es cortar los vínculos internacionales, las negociaciones por ejemplo con la Cumbre de las Partes que son las que traen financiamiento que son las negociaciones internacionales en materia de ambiente. Argentina tuvo un gran avance con Cecilia Nicoli a la cabeza, ella es la Secretaria de Cambio Climático donde por fin se pudo poner el punto final en la creación de un Fondo de Adaptación de daños y pérdidas de países tercermundista en desarrollo como Argentina, en donde se reconoce que los países que históricamente más contaminaron se tienen que hacer responsables y tienen que dar los financiamiento de 10 mil millones por país para hacer frente adaptación.
Y... qué implica hacer frente a la adaptación: que los países que ya sufrieron consecuencias ambientales vamos a poder tener las divisas necesarias para poder llevar adelante medidas como dar acceso a agua a los barrios, poder reubicar a zonas que se van a ver más vulnerables en cuanto al aumento de los mares por ejemplo en Centroamérica, sabemos que hay países que en 10 años ¡desaparecen!
Entonces en ese marco si Milei retira los embajadores en Argentina, se aleja de ese tipo de acuerdo o corta posibilidad de mercado como ser los BRICS que sabemos que van a tener tal vez un destino en alguna parte de las divisas para lo ambiental como ser la negociación del gasoducto que también sin un plan de transición porque vamos a estar con una actividad extractivista como es el gas y el petróleo, parte de esas regalías se usarían para la transición energética para fomentar el uso de energía renovables como ser la nuclear o la eólica dependiendo la zona.
La dificultad que tendríamos es la política macroeconómica que vaya a replantear como Poder Ejecutivo o también las desfinanciación del Ministerios porque él ya dijo que viene con su “motosierra” que quiere sacar ambiente, sacar salud, un montón de ministerios.
Esas modificaciones implican desfinanciamiento: qué pasa si el desfinanciamiento va por la cuenca de saneamiento del Riachuelo, reciben fondos de Nación que están destinadas a esos planes. Ahí vemos el problema, en la desfinanciación, además de la corrida cambiaria que vendría si queremos dolarizar, los obviamente los sueldos por abajo y sabemos que el ambiente siempre van a ser los primeros que sufran el recorte. Si tenemos esa liviandad en cuanto a la estructura del Poder Ejecutivo se puede hacer mucho daño.
¿Tus amigos y amigas están votando a Milei? ¿Por qué pensás que se da este fenómeno?
- Hay que entender que todos estamos frustrados. O sea, yo estoy enojado con la dirigencia que tuvimos con Macri, estoy enojado Fernández. Hay un hartazgo generalizado de lo que es el sistema representativo, sí, pero no tenemos que tratar de caer en la primera respuesta porque una persona grite fuerte y nos diga que está todo mal y que diga que tenemos que echar a todo a la mierda, nos quedamos cortos porque no estamos complejizando un debate.
Hay que entender que todos tenemos ese dolor, pero hay que tratar de sentarse y de desenmascarar un discurso vacío que lo único que quiere hacer es destruir, hacer daño, no quiere reconstruir desde las bases. O sea un Gobierno que viene y tira la basura, todas las gestiones anteriores es un Gobierno que no tiene proyección, entonces hay que entender que hay que sanar una herida y tratar de construir. Votar desde el enojo a una persona que grita no es una propuesta constructiva a futuro. Hay que involucrarse, hay que dejar de ser la persona que juzga, que está enojada al costado y tratar de construir desde abajo, desde la cooperación, desde la militancia, desde tu nicho.
El fenómeno Milei se está haciendo muy “viral” en la juventud porque son personas que están cansadas porque tienen imposibilidad de proyectarse a futuro y no se ve abarcada por otra fuerza política. Lo que nos corresponde como juventud es la organización y entender de que podemos entrar en un espectro más de Cambiemos o de Unión por la Patria y encontrar un recoveco. Dar un voto de enojo no lleva la construcción de nada o sea, está bien que quieras castigar a la dirigencia sí, pero no son los modos en buscar destruir un sistema democrático. Quejarse, quejarse todo el día no trae nada, no tiene ningún rédito, sino que hay que construir políticamente.
Hay que tener memoria: la lucha de derechos de lo que implicó que hoy en día un estudiante pueda cobrar un Progresar, que puede haber una escuela secundaria, que si se enferma vaya a un médico de un hospital público, que tenga la posibilidad de ir a una universidad pública. A veces no se dimensiona lo que implica una universidad pública, los gastos de un estudiante que implicaría dos tres millones anuales en este momento con el dólar a este precio y lo dan por sentado.
La posibilidad de escalar socialmente no se va a ver, los extremos se van a exacerbar: los ricos van a ser más ricos y los pobres. Está cantadísimo eso. Las personas que tenemos menos recursos socioeconómicos, podemos vernos más perjudicados. Están votando enojados.
Tengo gran parte de mis amigos, gran parte de mis familiares que dicen que son personas 'apolitizadas' porque están cansados de las rocas políticas desde hace años. Pero pasar la motosierra a los derechos es una cosa totalmente diferente. Hay que ejercer democráticamente los derechos, hay muchos mecanismos de participación política en los cuales vos podés plantear tu disidencia, podés plantear tu disconformidad. Es sentarse desde las bases a tratar de construir un discurso que no está bien planteado porque las dirigencias están llevando la discusión para otro lado. Se están quedando mucho en problemas de FMI pero a veces hablarle al ciudadano común y corriente de todo lo que implica un cambio de gobierno tan brusco, tan desestatizado.
¿Una última reflexión?
- Quedarme con esto de que todos estamos frustrados. Somos una generación que no se ve representada por las dirigencias actuales. Que haya nacido la organización jóvenes por el Clima significa que los gobiernos no estaban a la altura de las políticas ambientales que se estaban necesitando en Argentina.
Y entender que así como nosotros, todas las juventudes estamos hartas y no nos vemos representadas con los partidos políticos tradicionales pero estamos en pleno auge de muchos movimientos sociales, de mucha organización, de voluntariados, de Centro de Estudiantes, de organizaciones de científicas. Hay mucha organización que no se encuentra dentro de un paraguas político porque la verdad es que no nos representan, es un discurso que no está alcanzando a la juventud.
Pero no hay que quedarse en el enojo, tienen que tratar de construir y de entender que el votar es una forma de ejercer democráticamente nuestro enojo. Hay que entender que a quien votemos va a definir cómo son las canchas para estos próximos cuatro años y entender también que se van a cortar muchos espacios de participación política que hoy en día los damos por sentado. Hay que cuestionar qué damos por sentado que pueda cambiar radicalmente con un cambio de gobierno.