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Política

Misterio por el asesinato de un testigo clave del caso Nisman

Héctor Osvaldo Goncalvez Pereyra debía declarar en la causa por el fallecimiento del fiscal, pero lo mataron piratas del asfalto que quisieron robar un camión que vigilaba.

20 Septiembre de 2016 04:08
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Un nuevo misterio de suma a la investigación por la muerte de Alberto Nisman. Un ex policía que debía declarar como testigo en la causa por el fallecimiento del fiscal fue asesinado por piratas del asfalto que quisieron robar el camión que vigilaba.

El Policía debía declarar en la causa por la muerte de Alberto Nisman. 

Se trata del ex sargento primero Héctor Osvaldo Goncalvez Pereyra, de 50 años, dueño de uno de los teléfonos que se activaron al mediodía del domingo 18 de enero de 2015, cuando todavía no se sabía que el fiscal de la causa AMIA había muerto en el baño de su departamento de las torres Le Parc. Formaba parte de la custodia de Nisman.

El efectivo muerto formaba parte de la custodia de Nisman.

Goncalvez Pereyra murió tras ser baleado junto a su compañero, el ex policía Diego Ángel Díaz, cuando un grupo de piratas del asfalto que se movilizaban en cuatro autos los sorprendió a la altura del kilómetro 79 del Acceso Oeste, en cercanías de Luján. Ambos efectivos custodiaban un camión que trasladaba ropa.

Los delincuentes escaparon sin llevarse la mercadería, mientras que Goncalvez y Díaz recibieron tiros en el cuello y en la espalda, respectivamente.

La jueza Fabiana Palmaghini -que investiga la muerte del fiscal- pediría en las próximas horas informes por el deceso de Goncalvez, ya que había sido citado a declarar en los próximos días para ampliar su declaración como testigo clave. A su vez, la jueza también recibió un informe de Asuntos Internos de la Policía Federal sobre el asalto en el que murió el testigo.

Palmaghini quiere conocer detalles de la muerte del policía. 

Goncalvez aparecía en los registros de los entrecruzamientos telefónicos que había ordenado el año pasado la fiscal jubilada Viviana Fein a la División Fraudes Bancarios de la Policía Federal. Esos reportes mostraron un intenso cruce de comunicaciones entre Goncalvez Pereyra y el sargento primero Luis Ismael Miño, uno de los custodios de Nisman.