"Preso por tuitear", las tres palabras resonaron en los medios de comunicación, en los almuerzos familiares, en las universidades y en las calles. La historia, que parece irreal, traspasó las discusiones políticas partidarias y todos miraron al noroeste del país, a la provincia de Jujuy y al docente e investigador Nahuel Morandini a quien detuvieron por expresar una broma por X (antes Twitter) acerca de Tulia Snopek, esposa de Gerardo Morales, gobernador jujeño.
El contenido del tweet, que se puede ver en redes sociales, quedó obsoleto después de la brutalidad policial con la que se manejó el gobierno jujeño: a Morandini lo investigaron, dieron con su domicilio, una oficial entró a la casa del investigador sin decir que pertenecía a la fuerza y se lo llevaron detenido horas después sin muchas más explicaciones.
Finalmente, el lunes 26 de febrero recuperó su libertad gracias al grupo de familiares, amigos y profesionales que, desde afuera de las celdas lucharon por sacarlo de las garras del gobierno jujeño que se había ensañado con él y con Roque Villegas que también compartió en las redes contenido en contra de Morales.
48 horas después de estar libre y en su hogar, Morandini dialogó con BigBang para contar cómo fueron sus días en la cárcel y cómo seguirá su vida de ahora en adelante tras haber pasado de ser investigador y docente a representar un suceso de abuso de poder policial-política y censura extrema.
-¿Cómo reaccionaste en el momento en el que te enterás de la detención?
-En primer lugar con mucha sorpresa, porque todo lo que se concatenó después de mi presentación a la Brigada de Delitos Complejos es una seguidilla de hechos totalmente fuera de lo habitual para lo que es lo que es la vida de uno. Yo tengo 45 años y nunca he estado detenido por ningún motivo.
- 💣Bombita. Nahuel trabaja como docente universitario hace casi 20 años; da clases de Ecología en la Universidad Nacional de Salta, en esa provincia vivió 15 años (desde el '99 hasta el 2014). Realiza tareas de investigación en el área de la botánica y está a cargo de un laboratorio de investigación en una red de la Universidad Nacional de Salta.
Nunca me había llegado una citación a la Justicia. He sido una persona que ha sabido cuidar muy bien su integridad y su dignidad psicofísica en todo el espacio que ha transitado.
Además de la docencia, me he desempeñado en algún momento como técnico asesor en el Ministerio de Agricultura, más específicamente en la Secretaría de Agricultura Familiar entre 2010 y 2013 asesorando y apoyando técnicamente a organizaciones campesinas del chaco-salteño, en la problemática del acceso al agua. Desde el 2015 al 2022 trabajé en el Ministerio de Ambiente de la Nación (durante el gobierno de Morales) con el Fondo Mundial para el Medioambiente y durante todo ese periodo estuve trabajando en coordinación permanente y en muy buenos términos con el Ministerio de Ambiente de la Provincia de Jujuy.
-¿Cómo ha sido la secuencia de tu detención?
-Soy una persona muy observadora y muy cuidadosa. Nosotros vivimos en la zona rural acá en la ciudad de San Salvador de Jujuy y tenemos pocos vecinos. Días previos a mi detención, entre el 1 y el 2 de enero, veo movimiento de vehículos en la proximidad de mi casa, había una camioneta Toyota blanca al frente de mi casa y en todo momento estaban mirando mi casa... a mí me llama poderosamente la atención. Durante el día va y vuelve varias veces al día.
El 3 de enero estoy llegando a mi casa y veo que una persona estaba en mi terreno y me dice que se le rompió el vehículo y que le facilite agua; cuando le pregunto a quién anda buscando, la persona no supo responder.
Al día siguiente, el día de mi detención, el 4 de enero, estaba en una reunión con un representante ministerial de Ambiente de Nación, y al mediodía viene mi pareja y me dice: 'Hay una chica que me dice que estaba haciendo ejercicio y estaba yendo a caminar a la localidad de Jaire y que se estaba quedando sin batería en el celular motivo por el cual me se mete en la casa y me dice que si la podíamos ayudar a cargar el teléfono'.
Mi pareja le da conectividad al teléfono para que pueda enchufar su celular y le dijo: 'Quiero decirte que tengo un amigo que anda buscando una persona que se llama Nahuel Morandini porque tiene una notificación para él'.
Finalmente, la chica termina siendo una oficial de la Policía que nunca se identificó, que ingresó a mi domicilio falseando su identidad. Inmediatamente, se presenta un vehículo blanco un Peugeot 308 blanco y sin patente; saca una notificación donde me dicen que me tenía que presentar en la brigada de Investigaciones Delitos Complejos.
Fui en mi vehículo y en este momento, cuando me veo escoltado por los vehículos, empiezo a pensar 'algo está pasando' y hago público eso, 'me están llevando detenido', es lo que publico en redes sociales.
Efectivamente, llego a Delitos Complejos y quedo demorado, me secuestran el celular y soy trasladado a una comisaría en el centro de la ciudad y ahí permanezco alojado todo ese día. Para mí todo esto era nuevo. El 5 de enero me trasladan a una oficina del Poder Judicial jujeño para tener una audiencia con el fiscal y ahí solicita la prisión preventiva porque consideraba que yo podía entorpecer junto a Roque Villegas -que lo conozco ahí- la investigación.
El juez accede sin ningún inconveniente a la detención preventiva por 60 días. Y, las pruebas que presenta el fiscal era el tweet de público conocimiento y otro donde yo estoy mostrando el frente de mi casa.
-Ahí te das cuenta que estabas detenido por el tuit de Snopek...
-La causa habla de lesiones leves más supresión de la identidad y yo sólo tenía un tweet. Entonces hoy, cuando salen a decir que yo no estoy preso por twittear, es una falacia.
La disposición del juez para detenerme y privarme de mi libertad, hacer y someterme a todos los vejámenes a los que me han sometido desde que estoy preso, han sido pura exclusivamente por el tweet.
-Las condiciones de la detención son ilegales y, las condiciones en las que estuviste detenido son inhumanas. ¿Cómo viviste los 53 días en prisión?
-Después de esa audiencia somos trasladados al penal, que tiene varias unidades. Pero por protocolos nos llevan al pabellón 2, que es de seguridad y de aislamiento. También es un pabellón de castigo, que tiene una serie de celdas sin posibilidad de vista al exterior, totalmente aislados. A nosotros nos tiraban agua en la celda, entonces se mantenía todo el tiempo húmedo.
Yo soy una persona que hace muchos años usa lentes de forma permanente, y no me permitieron tener más lentes. Me sacaron la ropa interior, solo disponía de un pantalón y de una remera; pero cada vez que se presentaba un guardia yo tenía que desnudarme.
No podía ir al baño: podía hacer mis necesidades en una botella de desodorante -de esos que se usan para limpiar los pisos- para hacer la pis y en un fuentón tipo palangana para hacer caca.
La alimentación nos la daban en cuatro oportunidades, que era el único momento en que nosotros podíamos limpiar los lugares donde hacíamos nuestras necesidades y sí o sí, obligatoriamente salíamos desnudos.
Este no es un trato excepcional hacia Morandini, es la normalidad. Ese es el trato que reciben todos los reclusos, ese trato deshumanizante, que para mí viola cualquier derecho humano, es el que recibe toda la población carcelaria.
No puede ser que 2024 sigamos tratando a los seres humanos de esa manera, bajo estas condiciones: alimentándonos con la mano porque no teníamos cubiertos y tampoco teníamos papel higiénico para limpiarnos cuando teníamos que hacer nuestras necesidades.
-Estos casi dos meses en prisión, ¿te han cambiado la vida?
-Llevo dos días desde la ordenación del cese de mi libertad y todavía no he podido salir a la calle.
Todavía no he podido ir con mi hija a algún espacio público porque siento temor por mi vida, todavía no he podido sentarme a ver aspectos relacionados a mi trabajo que tan sistemática y apasionadamente he hecho durante tanto tiempo.
-Si yo te digo "libertad de expresión", ¿cuál es la primera reflexión que se te viene a la cabeza?
-Soy una persona que hace el uso de la palabra, parte de su vida. El uso del ejercicio de la palabra es tan importante para poder manifestarnos en diferentes dimensiones... Como docente, poder ejercer el uso de la palabra para los chicos -que uno tiene la posibilidad de instruirlos- siempre es muy marcado de mi parte. Me horroriza pensar que hay una prohibición sobre la expresión de una persona... Es tremendo, no sé qué seríamos sin la palabra, como individuo y como sociedad.
Y si como sociedad no podemos salir a decir 'no estoy de acuerdo con esto', 'no estoy de acuerdo con aquello', 'quiero que baje el boleto', 'quiero que nos paguen mejor'. Si el poder político avanza para sancionar a la libre expresión, ¿de qué estamos hablando? Recuerda a épocas más oscuras de la vida.
Me parece muy interesante que personas con diferentes banderas políticas que están en las antípodas como el presidente (Javier) Milei a través de su vocero (Manuel) Adorni, se hayan expresado en relación con lo que está pasando pero también lo han hecho dirigentes de la izquierda, la Unión Cívica Radical, senadores y legisladores de Unión por la Patri y lo ha hecho hasta el mismo (Horacio) Rodríguez Larreta. Todos han salido a decir que esto es una barbaridad.
No se si es un capricho de Morales, no estoy en la cabeza de Morales, pero sí habito mi cuerpo y mi cuerpo tiene temor, no solamente por mí sino por mi familia. Porque esta persona no conforme con lo que me hizo a mí como individuo, ahora sale hablar sobre mi familia, diciendo que somos "una banda".
-Sobre tu familia y amigos que han recuperado tu libertad...
-Cuando armaron todo esto, creo que no dimensionaron la capacidad de respuesta que tuvo mi pareja, mi familia, mis amigos, mis compañeros de trabajo. Me dan ganas de llorar y se me pone la piel de gallina este ver la dimensión que tomó esto.
Si mi pareja en estos 53 días, no dejaba de comer, no dejaba de dormir para estar todo el tiempo tocando puertas junto a sus hermanos, junto a mi hermano, junto a mi madre, a su padre, a los amigos... yo hoy seguía detenido y vos no me estabas entrevistando y yo probablemente estaba lastimado, o en peligro de muerte, o mal nutrido, o en cualquier otra situación siempre vulnerable.
Esto me tocó a mí pero podría haberle tocado a cualquiera. La dimensión que toma esto es porque cualquiera se ve reflejado en esta situación, donde decís 'qué arbitrario y qué frágil es nuestra libertad de expresión y nuestra libertad de transitar'.
-Te has convertido en "el chico que estaba que ha estado preso por tuitear en el Gobierno de Morales" ¿Cómo te queda esa figura hoy y cómo pensás que va a seguir tu vida, siendo -sin quererlo- un personaje político?
-Esto ya no es solamente personal. Yo entiendo que el lugar en el que se me ha puesto, que no lo he buscado, es de una exposición tan grande que hoy me lleva a acompañar esta causa fuera de mi voluntad... porque la gente tiene miedo de que esto les pueda pasar a ellos y uno en este momento, tiene que poner el cuerpo ahí.
Yo quisiera recuperar mi vida, que ha sido ignota, que ha sido humilde, no tengo ningún interés de que trascienda mi vida más allá de esto, pero entiendo en esta circunstancia, en este momento histórico no le tengo que correr el cuerpo -como no se lo he corrido durante estos días la detenciones- y que mi voz tiene que salir y denunciar el poder político, pero también el trato recibido en los servicios de detención que tienen el Estado.
En ese sentido, sí soy en este momento un sujeto político que no sé si algún momento volverá a encontrar su paz y mientras eso suceda voy a estar acompañando todo lo que sea necesario para visibilizar lo abusivos que terminan siendo los gobiernos.