17 Octubre de 2017 06:05
Aníbal Fernández podría sumar un nuevo dolor de cabeza. La Justicia investiga por supuesto lavado de dinero a un grupo de empresas que realizó millonarias operaciones y que tendría vínculos con el ex jefe de Gabinete kirchnerista y sus familiares. En ese sentido, intentan determinar si el ex funcionario hizo gastos por $ 19 millones con una tarjeta de crédito corporativa de la Confederación Argentina de Hockey sobre Césped (CAH).
Aníbal Fernández habría gastado $ 19 millones con una tarjeta de crédito.
En rigor, un informe de la Unidad de Información Financiera (UIF) y otras pruebas indican cómo su actual pareja, Silvia Zavala, su ex esposa María del Carmen Barreiro, su hijo Facundo y ex funcionarios de sus equipos en el Gobierno habrían participado de supuestas maniobras de lavado de dinero a través de un grupo de firmas.
Las operaciones de este grupo empresario no es lo único que llamó la atención de la Justicia. Las autoridades siguen de cerca los gastos de una tarjeta de crédito American Express perteneciente a la CAH que sólo podía ser utilizada por Aníbal Fernández en su carácter de ex presidente de esa asociación, entre el 2013 y 2016.
Aníbal, en la mira por sus gastos como presidente de la CAH.
Esa tarjeta registró consumos por más de $ 14.625.000 y anticipos de pagos por otros $ 4.900.000 entre el 2013 y 2016. Según consignó Clarín, lo llamativo es que el informe marca que Fernández continuó utilizando esa tarjeta en 2017 cuando ya había renunciado a su cargo como presidente de la CAH. "No recuerdo haber gastado un centavo, a lo sumo algún pasaje aéreo y gastos de hotel para acompañar a las selecciones”, le dijo a ese diario.
La UIF sigue de cerca operaciones de empresas vinculadas a su familia.
Por otra parte, el informe de la UIF puso sobre la mira las operaciones de un grupo de empresas que responderían a la familia del ex funcionario y que realizó movimientos por una cifra mucho mayor al propio patrimonio del ex jefe de Gabinete, el cual asciende a $4.466.503.
Entre otras cuestiones, la UIF entiende que es llamativo que la empresa Laveco le haya comprado dos parcelas de terreno a Aníbal por 100 mil dólares y sea, a su vez, contratista del Estado. Los dueños son también propietarios de las firmas Quitral Com y Route SA. Todas tienen domicilio en Reconquista al 300 en Bernal, fueron creadas por la misma escribana y serían “empresas en marcha”, es decir constituidas recientemente.
Por otra parte, Aníbal entregó células azules a su hijo Facundo, a su ex esposa Barreiro y a dos empleados del Senado de la Nación Octavio Moscatelli y Héctor García para manejar un Audi Q3, una Toyota Hilux, un Volkswagen Tiguan y un Audi A4. A su vez, Barreiro registra 6 operaciones inmobiliarias en los últimos 4 años por más de “3.700.000 pesos”, una de ellas en el fideicomiso Puerto Madero Siete.