Fue uno de los pilares de la campaña de Cambiemos durante 2015. Se encontró casi por casualidad con los equipos del entonces jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y decidieron adoptarlo para ser el "perrito del PRO". Balcarce comenzó así su carrera al estrellato en las redes sociales. Incluso hicieron que se siente en el sillón de Rivadavia luego de que Macri ganara las elecciones presidenciales.
Sin embargo, su presente se encuentra distante de la quinta de Olivos y de la Casa Rosada. Como era el perro del partido y para que no estuviera todo el tiempo en el edificio de Balcarce 442 el can fue adoptado por la editora de fotos de Macri, María Agustina “Puppi” Bonnecarrere, quien esta semana fue mama.
Ella fue quien lo llevó a su casa y esporádicamente lo lleva de visita. Cuando lo hace, desde el equipo de comunicación del PRO se encargan de mostrarlo. Bonnecarrere es una amante de los animales y colabora con algunos refugios que se encargan de rescatarlos y darlos en adopción.
“Está muy bien, muy chocho con su hermana recién llegada (en referencia a la bebe que tuvo Bonnecarrere)”, contaron desde la Casa de Gobierno.