06 Febrero de 2025 08:31
![Javier Milei](https://statics.bigbangnews.com/2025/01/crop/6785534dcb7d3__400x300.webp)
El gobierno de Javier Milei continúa en su cruzada contra los organismos internacionales y las políticas globales, marcando un rumbo que aleja a Argentina de los consensos mundiales. Tras confirmar la salida de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el presidente ahora analiza retirar al país del Acuerdo de París, una decisión que, de concretarse, posicionaría a Argentina en el reducido grupo de naciones que rechazan el pacto climático. Con su postura negacionista respecto al cambio climático y su ataque frontal a la cooperación multilateral, el líder libertario profundiza su política de aislamiento y confrontación ideológica.
En una reciente entrevista con el diario francés Le Point, Milei dejó clara su postura: "No adhiero a la agenda ambientalista, que me parece un verdadero fraude". Aseguró que el calentamiento global no tiene relación con la actividad humana, sino que responde a ciclos naturales del planeta. Sus afirmaciones no solo contradicen el consenso científico internacional, sino que reflejan un desprecio absoluto por la evidencia empírica. "No estoy de acuerdo con la agenda ambientalista, que me parece un completo fraude. La forma en la que hablamos del cambio climático hoy es completamente errónea", manifestó Milei en Le Point.
La ciencia es clara: los informes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) demostraron que las emisiones de gases de efecto invernadero producto de la actividad humana son la principal causa del aumento de la temperatura global. Negar este hecho no solo es irresponsable, sino que también pone en riesgo el futuro del país y del planeta. "Esta agenda está inspirada en el marxismo cultural, que cree que el opresor son los seres humanos y el oprimido es el medio ambiente. Hoy en día, si uno no habla de cambio climático, lo tachan de terraplanista o de un teórico de la conspiración", desarrolló el mandatario.
Y sumó: "Y, como resultado, te censuran y silencian. Esta es la censura del wokismo que nos amordaza y que denuncié en el Foro de Davos", sentenció. Si Milei concreta la salida del Acuerdo de París, Argentina se unirá a un puñado de países que han rechazado el compromiso climático, entre ellos Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, Irán, Libia y Yemen. Es decir, el país quedaría alineado con regímenes autoritarios y gobiernos que han demostrado un absoluto desprecio por la cooperación internacional en materia ambiental.
El presidente argentino no solo carga contra la agenda climática, sino que también emprendió una ofensiva contra diversas organizaciones internacionales. Su decisión de abandonar la OMS es un ejemplo claro de su política de aislamiento. En sus declaraciones, Milei no dudó en calificar a la organización como "criminal" y en acusarla de haber cometido "crímenes de lesa humanidad" durante la pandemia. Estas afirmaciones, que carecen de sustento, reflejan una postura extremista que busca demonizar a los organismos multilaterales sin ofrecer soluciones concretas.
Si bien la OMS viene siendo objeto de críticas legítimas en su manejo de la pandemia, deslegitimar completamente su rol y abandonar el organismo representa un grave riesgo para la salud pública en Argentina. La OMS no solo provee asistencia técnica y financiamiento para programas sanitarios, sino que también coordina la respuesta global ante crisis sanitarias. Salir de esta red de cooperación podría dejar al país en una situación de vulnerabilidad ante futuras emergencias. Más allá del rechazo a la OMS y al Acuerdo de París, Milei también ha mostrado desconfianza hacia otros organismos de integración regional.
Aunque descartó la salida del Mercosur, dejó en claro que su intención es debilitar el bloque en términos comerciales y buscar acuerdos bilaterales con otros países, especialmente con Estados Unidos. Su visión de la política exterior parece centrada en un alineamiento automático con Washington, sin considerar las consecuencias de perder autonomía en las decisiones estratégicas del país. Este giro aislacionista y confrontativo contrasta con la necesidad de Argentina de fortalecer lazos internacionales para atraer inversiones y mejorar su inserción en la economía global.
Lejos de avanzar en ese sentido, el gobierno de Milei está llevando al país por un camino de incertidumbre y enfrentamiento. Las declaraciones y decisiones de Javier Milei evidencian una peligrosa combinación de dogmatismo ideológico y desinformación. El negacionismo climático, el ataque a las organizaciones internacionales y la tendencia al aislamiento geopolítico colocan a Argentina en una posición de vulnerabilidad y desprestigio en la escena global. En un mundo interconectado, donde los desafíos requieren cooperación y soluciones conjuntas, la estrategia de Milei amenaza con condenar al país a un papel marginal y a una crisis aún más profunda.