La muerte de Alberto Nisman sin lugar a dudas fue la más resonante de los últimos años. Dos años atrás, el fiscal aparecía sin vida en el baño de su departamento en las torres Le Parc de Puerto Madero.
Desde entonces, un sinfín de hipótesis pero ninguna certeza sobre lo que le ocurrió al hombre que investigaba el atentado a la AMIA y que había acusado a la ex Presidenta Cristina Kirchner de encubrir a Irán en la voladura de la mutual israelita.
Desde esa asociación, hoy cuestionan la investigación: apuntan a la Justicia y aseguran que fue clave el rol del espía Antonio Stiuso.
Desde AMIA piden que Stiuso aporte datos sobre el atentado y al muerte del fiscal.
Para el vicepresidente de la AMIA, Ralph Thomas Saieg, no hay dudas: la muerte de Nisman tuvo que ver con la causa que llevaba adelante. “Ya sea suicidio u homicidio, tiene que ver”, asegura a BigBang. “Evidentemente Stiuso tenía un vínculo con el fiscal. Debe saber muchas cosas de las cuales nosotros queremos saber”, apunta Saieg.
Ocurre que el ex jefe de Operaciones de la ex SIDE ocupaba un rol central en la investigación por el atentado a la mutual judía ocurrido el 18 de julio de 1994. Para el vicepresidente de AMIA, “sería bueno que pueda ofrecer datos a la causa”. Y aclara: “Tanto para poder esclarecer el atentado como la muerte del fiscal”. Según Saieg, Stiuso tiene “mucha información” que aún se desconoce.
En diálogo con BigBang, Saieg criticó la investigación judicial de los últimos dos años.
Desde la AMIA cuestionan la investigación judicial por la muerte del fiscal. Cuando asumió Mauricio Macri, hubo entusiasmo en la mutual con que se avance en la causa y al fin conocer bajo qué contexto murió el titular de la Unidad Fiscal a cargo de investigar el atentado. “Desgraciadamente no podemos decir que la Justicia lo haya determinado”, asegura Saieg.
Hasta el momento, la causa tiene un solo imputado: Diego Lagomarsino, el técnico informático que le prestó al fiscal la pistola Bersa calibre 22 de la cual salió el disparo que acabó con su vida.
Diego Lagomarsino es el único imputado que tiene la causa por la muerte de Alberto Nisman.
Por eso, el foco de malestar de la organización es por la lentitud del Poder Judicial, tanto en comenzar a resolver qué ocurrió con Nisman como con el atentado. Hacia fines de diciembre se reabrió la investigación por la denuncia que había presentado días antes de su muerte el fiscal contra la ex presidenta Cristina Kirchner y varios funcionarios de su gobierno por el encubrimiento del atentado, tras el memorándum de entendimiento con Irán, firmado en 2013.
Según Saieg, la investigación de esa causa fue cerrada sorpresivamente. Desconfían de que, en verdad, “ni se haya abierto”. “Era muy grave como para que no se investigue”, cuestiona el vicepresidente de AMIA. En diciembre, la Sala I de la Cámara de Casación Penal ordenó reabrir el expediente, que había sido cerrado por el juez federal Daniel Rafecas y luego confirmado por la Sala I de la Cámara Federal porteña.
Dos años atrás se conocía la muerte del fiscal que investigaba el atentado a la AMIA.
“El fiscal murió por una causa a una mutual judía, debe llenar de orgullo a la familia. Seguramente murió como un mártir judío”, opina Saieg, en diálogo con este sitio.
CRÍTICAS A LA INVESTIGACIÓN
Desde la AMIA también cuestionaron el desarrollo de la investigación judicial, puntualmente en la preservación de la escena del crimen.
“Las primeras 24 horas de cualquier hecho trágico como la aparición sin vida de un fiscal de la Nación, o cualquier atentado, son claves. Se sabe el móvil, quién lo hizo, qué pasó. (En este caso) las primeras 24 horas fueron desperdiciadas. Difícilmente podamos tener respuestas dos años después, no se trabajó como se debió”, apuntó Saieg.