El presidente Alberto Fernández negó que el Gobierno se hubiera “enamorado” de la cuarentena, destacó el trabajo de gobernadores, intendentes y sindicalistas y recordó una conversación que tuvo en febrero con la canciller alemana, Angela Merkel, que le anticipó que el coronavirus traería pérdidas millonarias para la economía global. Durante una visita a una planta automotriz en Tigre, destacó el “rigor alemán” ante la pandemia.
El presidente volvió a criticar a quienes acusan al Gobierno de haberse “enamorado” de la cuarentena, que este miércoles 20 de mayo cumplirá dos meses desde que entró en vigencia. “No es, como dice algún tonto, que nos hemos enamorado de la cuarentena. Nos preocupa tanto la salud de la gente como la productividad y la economía”, señaló Fernández durante el acto que compartió junto al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, en la planta de Volkswagen, donde habitualmente trabajan 3.000 empleados y cuya actividad retomó con la mitad del personal para garantizar la distancia social.
En este sentido, el mandatario señaló que el país aún está “muy lejos” de haber terminado con las dificultades provocadas por la pandemia e insistió en que privilegiará “la vida y la salud de la gente”. Fernández además destacó el trabajo de los gobernadores, intendentes y gremialistas durante el manejo de la crisis, y remarcó: “Tenemos que ver cómo rehabilitamos el funcionamiento de la economía”.
Leé más | Carrió fue paciente de Mühlberger: cerraba la clínica para atenderla y la llamaban "Paciente 4"
De todos modos, el presidente sostuvo que aquellos países que no hicieron una cuarentena estricta también tuvieron problemas económicos, y volvió a utilizar el ejemplo de Suecia, al asegurar que el país nórdico tomó medidas más flexibles y tiene “los mismos resultados económicos que los países que hicieron la cuarentena”. “No es un problema de la Argentina, Alemania, Suecia o China, es un problema global, debemos privilegiar la vida de la gente”, insistió el presidente.“A ninguno de nosotros se nos ocurrió pensar que íbamos a enfrentar esto. La normalidad que conocimos no existe más, va a haber otra normalidad que nos obliga a no abrazarnos, mantener distancia, usar barbijos y lavarnos las manos hasta que la cura aparezca y este mal se supere”, detalló Fernández.
EL “RIGOR ALEMÁN” Y LA CHARLA CON MERKEL
Fernández además reveló una conversación que tuvo con la canciller alemana, Angela Merkel, en febrero pasado, durante su última gira por Europa. “Me preguntó qué sabía del coronavirus, y me dijo: 'no sé si están diciendo toda la verdad'. Ella me anticipó que el comercio mundial podría perder 600 mil millones de dólares”, contó Fernández.