05 Julio de 2020 11:13
"Alberto, el poder no es bifronte; te la tenés que sacar de encima ya". Ese fue el título de la columna escrita por la periodista Nancy Pazos y publicada en el portal de noticias Infobae. La pieza se ilustró con una foto en la que se lo puede ver al presidente, junto a Cristina Fernández de Kirchner. La dura reacción del primer mandatario desde Olivos: "No suelo desmentir a la prensa, pero...".
El presidente decidió compartir el enlace de la columna y sumar sus críticas en un tweet. "No suelo desmentir a la prensa. Pero esta nota narra hechos que jamás sucedieron. Nos unimos para construir una Argentina más justa, sin personalismos, ni 'poderes bifrontes'. Todos somos necesarios y tenemos un rol. Que no nos dividan con mentiras".
La periodista le dio RT al tweet del presidente, al tiempo que aclaró: "Es cierto, la anécdota no deja de ser anécdota. Y, en rigor, yo adentro digo que Duhalde está equivocado. El tema es que no todos leen, muchos se quedan con el título".
La columna de opinión de Nancy Pazos que cuestionó Alberto Fernández
“El poder no es bifronte, y el poder peronista menos. Te la tenés que sacar de encima”. Alberto Fernandez tenía mil respuestas adecuadas para la osadía de su interlocutor, pero optó -como pocas veces- por un diplomático silencio. El “consejo”, que no era la primera vez que escuchaba, no venía ahora de un miembro del establishment, o de un amigo más papista que el Papa, o de un adulador del poder.El reclamo-advertencia-amenaza para que el Presidente diluya la potencia de Cristina Fernández de Kirchner en las decisiones del Gobierno se escuchó el miércoles en la residencia de Olivos en boca de un peronista histórico: Eduardo Alberto Duhalde.
En algún punto el planteo no dejaba de ser paradójico. Duhalde le pedía a Fernández que tirara por la ventana a Cristina tal como Néstor lo había tirado a él mismo. Cuenta una de las tantas leyendas de la historia reciente, que Kirchner llegó a la presidencia con el escaso 22% de los votos y que lo primero que tuvo que hacer para afianzar su Poder fue “jubilar” precisamente a Duhalde.
Alberto llegó a la Presidencia nominado por Cristina. Y lejos de estar pensando en deshacerse de ella, día a día consolida una coalición electoral que se forjó después de mucho desierto compartido por todos los que hoy están en lo mas alto del poder político. Las analogías no solo son injustas sino poco cercanas a la realidad. Kirchner necesitó construir poder propio casi de la nada. Alberto encarna el poder de un armado multicolor. Los mismos que le exigían a Mauricio Macri que escuchara más a sus socios radicales (el propio Duhalde) hoy le piden a Alberto que se repliegue sobre sí mismo.
Pero qué hacer con CFK no fue lo único inquietante del mensaje del ex Presidente. “Hiciste campaña prometiéndole a la gente el regreso del 2003 (inicio de la reactivación económica). Pero ahora estás en el 2002 (devaluación, patacones, etcétera). Y lo peor es que a este ritmo vas camino al 2001 (corralito, estallido social)...”.
Un poco incómodo con la repentina verborragia cruel de Duhalde, el otro invitado al desayuno presidencial, Jose Ignacio de Mendiguren, escuchaba impávido.
Estaba claro que el ex intendente de Lomas de Zamora quería cachetear a Fernández. Despabilarlo. Como si percibiese que el Presidente hubiera caído en un limbo de indefiniciones. El punto cúlmine de esa confusión, a los ojos del bonaerense, había sido el anuncio fallido de la expropiación de Vicentin.
En ese único punto, Alberto encontró una coincidencia con su visitante. Ya nadie niega en el Gobierno que hay un antes y un después de ese fatídico lunes 8 de junio. A tal punto que hay un nuevo calendario albertiano a semejanza del gregoriano: en vez de AC (antes de Cristo) en la Casa de Gobierno se habla del AV y DV (Antes de Vicentin y después de Vicentin). **Para seguir leyendo, hacé click acá.