El debate y votación de la ley de financiamiento electoral es posible que sea el último antes de las elecciones de octubre por lo que el Congreso pasaría virtualmente a cerrarse hasta después de lo que suceda con la contienda electoral.
Tal y como están las cosas hoy Cambiemos llegó a un acuerdo con la oposición para que el proyecto, que tuvo media sanción la semana pasada en el Senado, sea tratado sobre tablas el miércoles. Por ahora los votos están. “Esto es un minuto a minuto, lo que hablaste ayer capaz que hoy no se mantiene”, manifestó una fuente legislativa al tanto de las negociaciones.
Es que en un sector del peronismo todavía se siente la herida por haber dejado fuera de los canales de financiamiento a los sindicatos.
¿Por qué está podría ser la última sesión antes de las elecciones? Simple, porque el calendario electoral ahora comienza su raid que terminará, tal y como está la situación ahora, en noviembre con una segunda vuelta. “Quizás haya alguna sesión a mitad de mayo, cerca del 15, pero no hay nada firme aún”, explicaron desde una de los bloques de la oposición.
El calendario electoral comenzará en su etapa más fuerte a partir del fin de semana entrante cuando se realicen las internas en la provincia de Santa Fe, después le seguirán las elecciones en Córdoba, un mes después el cierre de alianzas, y a los diez días el cierre de listas. Con los nombres definidos no sólo que empezará formalmente la campaña nacional sino que además habrá varios comicios provinciales en el medio.
Al apretado calendario electoral habrá que sumarle la situación de inestabilidad política que sufre Cambiemos en el Congreso debido a la falta de muñeca para articular acuerdos legislativos e imponer la agenda. Un dato no menor es que los tres proyectos de ley que el presidente Mauricio Macri quería sí o sí (blanqueo laboral, extinción de dominio y ley antibarras) no fueron aprobados y difícilmente consigan salir del Congreso este año.
¿Cuánto gana un diputado o senador nacional?
Con este parate hasta después de octubre la pregunta entonces es ¿cuánto nos costará esto a los ciudadanos? Además de los empleados que tiene cada legislador ( por citar un ejemplo el senador nacional Pino Solanas tiene 35 bajo su ala), por mes recibe una cifra cercana a los $127.000 que depende de varios ítems por lo cual puede ser mucho mayor. En primer lugar, cobran una “dieta” o salario básico, que se actualiza por las paritarias de los empleados legislativos nucleados en la Asociación de Personal Legislativo (APL). A esto se suma un adicional por gastos de representación, monto fijo determinado por la Presidencia de la Cámara (que actualmente es de $ 20 mil). Por último, una suma de entre $ 10 mil y $ 30 mil extra en concepto de gastos de “movilidad” y pasajes, terrestres y aéreos.Por otra parte, si un legislador vive a más de 100 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires percibe un plus por “desarraigo”, el cual se calcula como el 14% del total de su dieta.