Los pobres son cada vez más pobres: esa es la única conclusión posible que se desprende del último reporte del Indec. Y es que, si bien la pobreza bajó del 37,3% al 36,5%, la indigencia pasó del 8,2% al 8,8%. Con una inflación todavía a la alza, impulsada además por los aumentos en alimentos, el Gobierno confirmó que analiza el pago de un bono extraordinario antes de fin de año para aquellos sectores cuyos ingresos se encuentren por debajo de la Canasta Básica.
De acuerdo a lo que pudo confirmar BigBang, la medida es impulsada por los sectores que responden a Cristina Fernández de Kirchner y cuenta con el aval del presidente, Alberto Fernández, y del ministro de Economía, Sergio Massa. "Hay consenso dentro del Frente de Todos para avanzar con el bono. Hay preocupación no sólo por la suba de la indigencia, sino también por la incapacidad de ponerle un freno a la suba en los alimentos", reconocen desde Balcarce.
"El bono no es la solución al problema estructural, pero es necesario porque se están metiendo ya no sólo con el bolsillo de los argentinos, sino también con la comida. Las políticas tienen que ser articuladas y es necesario acompañar ese refuerzo monetario con políticas más duras para ponerle un freno a las empresas que siguen ganando fortunas y aumentan los precios de forma descontrolada e injustificada", suman.
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El reclamo es similar al que realizó la vicepresidenta sólo horas después de que se hicieran públicos los últimos números del Indec. "Está mas que claro que estamos ante un fenómeno de inflación por oferta y no por demanda. Las empresas alimentarias han aumentado muy fuerte sus márgenes de rentabilidad", analizó CFK, al tiempo que sumó: "El ministerio de Economía ha trabajado duro en todas las áreas de su competencia, pero es necesaria una política de intervención más precisa y efectiva en el sector y, al mismo tiempo, diseñar un instrumento que refuerce la seguridad alimentaria en materia de indigencia".
La referencia directa a las empresas alimentarias tiene su explicación en los números difundidos por el Indec. Y es que, en los últimos doce meses, la canasta básica alimentaria subió un 81,4%, mientras que la canasta básica total tuvo un aumento del 75,2%. ¿Qué quiere decir esto? Que el precio de los alimentos se incrementó un 6,2% por encima de la inflación.
La alusión a Massa tampoco fue casualidad, ni una "chicana" o "marcada de cancha" como muchos interpretaron. En efecto, una de las condiciones que se impusieron dentro del Frente de Todos en la mesa de negociación al momento de avanzar con la implementación del "dólar soja" era que parte de los dólares recaudados se volcaran en medidas concretas y directas que impacten en el bolsillo de los trabajadores más vapuleados por la inflación.
Si bien todavía no hay una fecha confirmada para el pago del bono, se especula con la posibilidad de que se lleve adelante en dos tramos: uno en noviembre y otro en diciembre. "Van a ser unas Fiestas muy duras, porque los alimentos están por las nubes. El refuerzo en diciembre va a aliviar, pero se están analizando otras medidas como canastas navideñas con precios cuidados, por ejemplo", reconocen.
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¿Quiénes engrosarían el universo de beneficiarios? De acuerdo a la última medición de la canasta básica alimentaria publicada por el Indec, una familia de cuatro personas necesitó $52.990; mientras que un hogar de tres requirió $42.186 y uno de cinco $55.734. En concreto, para no caer en la indigencia, una persona debió gastar $17.149 para cubrir sus necesidades alimentarias.