11 Abril de 2025 13:52

El reconocido estratega político español, Antoni Gutiérrez-Rubí, fue tomado como rehén de la administración de Javier Milei con una decisión que no puede pasar desapercibida: persecución política en tiempos de ultraderecha. La Dirección Nacional de Migraciones canceló su residencia temporaria en Argentina, declarando "irregular" su permanencia y otorgándole un plazo de 15 días para abandonar el país bajo amenaza de expulsión.
La noticia no tardó en hacerse viral en redes sociales, especialmente en X, donde el usuario @ladoblevara_ filtró el documento de expulsión. Fuentes cercanas al estratega confirmaron la veracidad del documento, mientras Gutiérrez-Rubí optó por no realizar comentarios al respecto.
El entorno del español ha expresado su intención de presentar un recurso administrativo contra la medida, aunque anticipan que probablemente será rechazado por Migraciones según pudo saber el medio de comunicación La Política Online. De ser así, el caso podría escalar a Cancillería y eventualmente llegar a la Justicia. El revés podría darse en caso de llegar a esa instancia pues la resolución quedaría suspendida y su permiso para permanecer en el país se extendería cada tres meses.
Este movimiento de fichas por parte del gobierno de Milei es claro: en redes sociales, Gutiérrez-Rubí fue constantemente atacado por la psicótica granja de trolls que trabaja desde Casa Rosada. Incluso el brazo armado de La Libertad Avanza comandada por Daniel Parisini (@ElGordoDan) ya lo doxeaba a principios de año, algo que también compartió el presidente de las fuerzas del cielo.
Al parecer, la colaboración del estratega con Jorge Macri y el PRO parece haber sido la chispa que encendió la furia libertaria; es que las acusaciones contra Gutiérrez-Rubí representa varias amenazas para La Libertad Avanza: se lo señala como el cerebro detrás de una supuesta campaña sucia contra Milei durante las elecciones de 2023, cuando trabajó para Sergio Massa.
Y, si de miedos se habla, aparece el nombre de Cristina Kirchner, a quien el español también habría asesorado. lo que parece haberle ganado más enemigos en el ámbito político argentino.
Es en este punto donde las críticas de Milei vuelven evidente la verdad sobre la persecución política: en enero pasado, publicó en redes sociales una foto de Gutiérrez-Rubí acompañada por fuertes palabras, calificándolo de "basura humana" y acusándolo de ser el arquitecto de "una campaña negativa histórica" instrumentalizada por el kirchnerismo.
Este episodio no solo una muestra más de la tentación autoritaria que caracteriza a Milei sino un ataque sistemático a quienes no piensan como él. Sus ataques reiterados a opositores, economistas, periodistas y cualquier crítico del gobierno se suman a una inquietante tendencia empujada por su asesor Santiago Caputo.
Sea como fuere, la expulsión del estratega político extranjero por razones aparentemente ideológicas es un acto que evoca prácticas autoritarias de las épocas más lúgubres para la historia argentina.
Y aunque el desenlace del caso Antoni Gutiérrez-Rubí está por verse, queda claro que el clima político en Argentina está lejos de ser estable con la polarización y la intolerancia hacia voces cargadas de paranoia que parece escuchar el presidente Javier Milei.