La tensa relación que hoy por hoy Axel Kicillof mantiene con los intendentes opositores de la Costa Atlántica por las restricciones horarias nocturnas a raíz de la pandemia no parece tener fin.
La semana pasada, tanto Guillermo Montenegro (de General Pueyrredón) como Martín Yeza (de Pinamar) se opusieron a la medida, mientras que el sábado el gobernador buscó reglamentar las limitaciones de acuerdo al sistema de fases que rige desde marzo del año pasado.
El martes habrá un nuevo round en Mar Chiquita y el gobernador bonaerense pretende sumar una nueva variable sanitaria más -que se suma a las dos establecidas por decreto por Alberto Fernández-: la ocupación de camas de terapia intensiva en cada distrito. Este sería el "as" que tiene preparado el mandatario, en especial para forzar a Montenegro, debido al nivel de ocupación que tiene la ciudad balnearia.
“No son sólo los chicos los que no están cumpliendo con los protocolos sanitarios", señalaron desde el gobierno provincial en diálogo con BigBang. En efecto, el gobernador no sólo les reclamará en la reunión del martes mayores controles, sino que además advirtió que se reforzarán las multas contra quienes participen, organicen o presten la propiedad para realizarlas.
Las imágenes de las fiestas clandestinas que circulan en las redes y llegan a los medios de comunicación también será una carta que jugará el gobernador. "No podemos ir a una reunión en la que nos plantean que antes que avanzar con las restricciones hay que pedir un esfuerzo ciudadano más, mientras por el otro lado se viralizan las imágenes del descontrol en esos mismos distritos", sostienen.
La próxima reunión de Kicillof con los intendentes será el martes, con la idea de reforzar los controles como eje principal. De acuerdo al viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, "el acuerdo más fuerte que hay en la provincia es tomar las decisiones en conjunto y la responsabilidad de cumplimiento es siempre municipal".
En ese sentido, el funcionario advirtió que en el encuentro del martes el gobierno provincial aportará "una evaluación de cómo hacer que esto se cumpla", al tiempo que se actualizarán los números sanitarios para ver si se incrementan las medidas restrictivas, en especial en la Costa Atlántica.
"El que no entiende el contexto epidemiológico en el que está y piensa que puede pensar esto en forma liviana, se va a llevar un enorme problema para su pueblo y además va a comprometer al resto de la provincia", sentenció.
Gobierno nacional vs. CABA, la otra pelea
En el gobierno nacional, otro frente de tormenta está abierto con el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, por su decisión de cerrar los comercios a la una de la madrugada sin imponer limitaciones a la circulación.
Desde Casa Rosada sostienen que la decisión del jefe de Gobierno porteño es un "sinsentido". ¿El motivo? Consideran que cerrar los locales -que en su mayoría venían cumpliendo con los protocolos y que desembolsaron una fuerte suma de dinero para volver a operar en la "nueva normalidad"- no tendrá un impacto en la baja de contagios, el objetivo final de las medidas restrictivas.
"Cerrás los bares, pero no cortás la circulación; por lo cual el riesgo es que toda esa gente se encierre de nuevo en una casa, sin protocolos ni cuidados. No se va a cumplir el pedido que es que baje la circulación, no tiene lógica lo que se dispuso", se quejan desde el Ejecutivo nacional.
No conforme con la negativa de algunos gobernadores de aplicar las restricciones nocturnas, Alberto Fernández sigue los números actualizados de los distritos y no titubeará a la hora de reclamar que se cumpla con la actualización del decreto de necesidad y urgencia que salió el viernes.
"Si en la Ciudad o cualquier otra provincia se cumple una de las dos variables establecidas en el DNU, los gobernadores o el jefe de Gobierno porteño deberán sí o sí avanzar con medidas más restrictivas", suman desde casa de Gobierno.
Sin embargo, en el gobierno porteño están convencidos de que el aumento de casos reciente puede ser estacional y relacionado con las reuniones para celebrar las fiestas de fin de año. "Necesitamos unos días más para entender el fenómeno detrás de la suba y aplicaremos las medidas restrictivas en caso de ser necesario", advierten desde el ministerio de Salud encabezado por Fernán Quirós.
Esto no conforma al gobierno nacional, para el que las medidas tomadas por Rodríguez Larreta son "tibias". Dentro de los próximos 10 días habrá una nueva reunión para discutir el avance del coronavirus en el AMBA, pero desde Ejecutivo señalaron que si los contagios siguen en alza no habrá argumentos para seguir demorando la restricción de circulación nocturna.