Desde la semana pasada que el tema de las visitas en la Quinta de Olivos está bajo la lupa. En las últimas horas, quien se encontró de forma directa en el centro de la escena es Alberto Fernández que por estas horas, y luego de que se conoció la foto del festejo de cumpleaños de Fabiola Yañez, hay cuatro cuestiones, cuatro reclamos troncales, que el kirchnerismo duro le hace al jefe de Estado.
El primero fue la necesidad de hacer el evento, ya que consideran que no había necesidad de festejar así un cumpleaños cuando no había perspectivas de una vacuna contra el coronavirus (Covid-19) y los efectos económicos como consecuencia de la pandemia empezaban a sentirse duramente. Inmediatamente, luego del festejo que catalogan como “innecesario” está la falta de controles que hubo.
Es que a los ojos del sector más duro del kircherismo seguían sin poder creer que se permitiera que se saquen fotos del cumpleaños. Mucha más cuando hoy en día cualquier fotografía se puede compartir en cuestiones de segundos con las redes sociales. Y eso lleva al tercer punto: la filtración que no se pudo contener.
Y en ese mensaje que le llegó al Presidente de diferentes lados no se le criticaba el accionar de su equipo de comunicación, sino el hecho de que la foto se filtró desde el circulo más íntimo de la primera dama. Ya no se considera fuego amigo, sino algo mucho más. Luego sí, el último reclamo pasa por cómo se manejo desde la comunicación el escándalo.
Es que primero se dijo que eran todas reuniones de trabajo, al punto tal de que el propio Fernández manifestó eso en una entrevista. Luego ante la aparición de una de las primeras fotos, la usina oficial salió a instalar de que se trataba de un fake. A las pocas horas de esa respuesta oficial, llegó la confirmación de que efectivamente Fernández había festejado junto a otras 10 personas el cumpleaños de su pareja.
Y de ahí llegó el silencio de radio, que sólo rompieron “satélites” de la administración para empezar con un raid corto de algunos ministros para ver el impacto que tenía la explicación. Uno de los temas que más bronca generó dentro del Gobierno es la versión de que estaban avisados desde el sábado de que la producción del LN+ tenía ese material (solamente la primera foto de las dos).
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Con ese contexto, desde hoy temprano se ensayó una disculpa que diría el Presidente y que finalmente llevó adelante en el acto que tuvo lugar en Olavarría.