Soher El Sukaria se volvió noticia, no por hacer su propio hashtag con su nombre, sino porque el sábado en su cuenta de Twitter justificó su trabajo como diputada nacional por el PRO en la Cámara baja subiendo una foto de una pala con marca de agua para decir que su “asistencia fue perfecta en el 2022”. Esto, lógicamente, ocurrió días después de que Mauro Stendel, un empresario de Miami fanático de Javier Milei, mandara a un grupo de personas a dejar frente al Congreso de la Nación una montaña de palas “para que trabajen” los funcionarios.
Los usuarios no tardaron en reaccionar a la publicación de la legisladora, ya que en vez de mostrar sus proyectos elaborados solo trató de chicanear a Stendel como si fuera una alumna de escuela que pasó de año porque nunca faltó a clases. Por ejemplo, un internauta comentó: “Cómo será que nunca viste una pala que tuviste que buscar una en un banco de imágenes”. “El que no agarra la pala es su CM que ni siquiera eligió una sin marca de agua”, dijo otro; y otro expuso lo ridículo de su descargo: “Dice logré asistencia perfecta como si fuera un logro, es lo que tiene que hacer: ir”.
En concreto, en 2022, solo presentó 27 proyectos de los cuales, la mayoría, fueron pedidos de informes verbales al oficialismo como fue a Elizabeth Gómez Alcorta, Ariel Sujarchuk, Raquel Kismer de Olmos, así como pedidos de informes al Poder Ejecutivo sobre movimientos como los gastos de la TV Pública para la transmisión del Mundial de Qatar 2022, estado de situación edilicia del Ministerio de Desarrollo Social, entre otros diversos pedidos y algunos repudios.
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Su “agarrar la pala” fue un hecho que no pudo pasar desapercibido porque ella fue la misma persona que se pronunció contra el periodista Diego Iglesias, cuando éste se quejaba sobre la Avenida Córdoba de la Ciudad de Buenos Aires y ella creyó fehacientemente que la denuncia era contra su provincia de origen: “Para C5N los cordobeses somos la 'avenida del mal, la avenida del infierno' y agregan que si no existiéramos 'la Argentina sería potencia'. Así son: destilan odio y desprecio por el que piensa diferente. ¿Yo? ¡Más cordobesa que nunca!”.
La abogada es la primera mujer musulmana en llegar al Congreso de la Nación. Es además de diputada, la Vicepresidenta del bloque PRO en la Cámara de Diputados y Vicepresidenta del PRO Córdoba. Además, tiene un sueño: quiere ser la primera intendente de la capital de su provincia.
Ella viene haciendo su parte para lograrlo: gestión por aquí y por allá, paseando por los barrios de su Córdoba querida para conocer las necesidades de “los vecinos” porque busca ser “la primera intendenta mujer”. “Sueño con poder aportarle a la ciudad una mirada sensible, empática y bien cercana con los ciudadanos”, había dicho en marzo del año pasado vistiendo orgullosa una remera de color amarilla, a lo que también agregó: “Córdoba debe crecer y progresar con el acompañamiento de todos los vecinos”.
No es imposible, su provincia es básicamente el corazón macrista. Es el territorio donde más intención de votos tuvo el ex presidente Mauricio Macri - con quien tiene una excelente relación - y todos los funcionarios que éste pone bajo su brazo. Como es el caso de Horacio Rodríguez Larreta que tuvo un paso por Villa María para hacer campaña presidencial hace un mes. De la misma manera, ella es gran amiga de María Eugenia Vidal y la defendió a muerte cuando ésta tuvo inconvenientes por sus expresiones contra la educación pública.
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La dirigente macrista también estuvo recientemente involucrada en el grupo de diputados de Juntos por el Cambio que presentó un proyecto para que la Cámara de Diputados declare persona "non grata" al "dictador" Nicolás Maduro de cara a la visita que iba a hacer a la Argentina cuando ocurrió la Cumbre de la CELAC. Algo que al final no sucedió pero ella lideró el asunto. De la misma manera, aplaudió al Presidente de Paraguay, Marito Abdo Benítez, por expresar la preocupación que tenía de los “7 millones de venezolanos refugiados”.
Ahora bien, la nacida en Líbano (aunque criada en Córdoba) que ha dicho que sufrió la mirada por su religión, en medio del terrible terremoto que sacudió Turquía y alrededores como fue Líbano, no se pronunció ni lamentó la tragedia que dejó al menos 500 muertos; sino que se dedicó a colgarse de cualquier causa (como la de Lucio Dupuy y la de Fernando Báez Sosa) y a usar sus redes sociales para destilar odio por el Gobierno nacional al que acusó, como gran tuitera, del “peor gobierno de la historia”, “gobierno de inútiles”. También los tildó de “mentirosos” a los oficialistas, hasta expresó “sentir vergüenza” por algunos funcionarios, como lo hizo por Sergio Massa. Es más, se animó a retuitear un posteo de Hernán Lombardi en el que llamó “delirante” al Presidente de la Nación, Alberto Fernández. Ella, por su parte, lo llamó en una oportunidad directamente: “Impresentable e inmoral”.
No parece entonces un disparate su tuit en el que agregó una pala notoriamente usada y embarrada, con marcas de agua que los bancos de imágenes pagos ponen para evitar que se usen sin pagar la correspondiente licencia. Es decir, violó normas de uso de licencia al buscar en Google una foto random y utilizarla sin pagar el correspondiente abono al sitio.