El Ejecutivo volvió a utilizar a la ANSES para financiar sus gastos corrientes. Ahora utilizará por $86.000 millones mediante Letras del Tesoro que fueron colocadas hoy, según se publicó en el Boletín Oficial. Ese dinero, de acuerdo a lo que explicaron fuentes oficiales a BigBang, proviene de las multas que se pagaron con el blanqueo de capitales y que son destinadas al pago de la reparación histórica. Se trata de una operación habitual que desde 2008 tomó mayor impulso por el aumento del volumen de la caja jubilatoria.
El ministro de Hacienda y Finanzas, Nicolás Dujovne, quien firmó la resolución.
“Ese dinero no se puede utilizar para otra cosa que no sea la compra de bonos para que no pierda su valor para el pago de la reparación histórica. Es un roll over básicamente”, explicaron desde el organismo. Un dato no menor es que ese dinero sale directamente de la ANSES y no es una vía de financiamiento mediante el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS).
A diferencia de los años anteriores, ese fondo de inversión estatal entrará a jugar el año que viene, a partir de mayo, como consecuencia de que se terminaron los fondos que ingresaron por el último blanqueo de capitales para costear la llamada “Reparación Histórica” para los jubilados. Las multas que se cobraron del blanqueo generaron $148.600 millones, que en abril de 2017 eran el equivalente a un mes de recaudación de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Cuando se termine este año, y de acuerdo a las cifras a las que accedió en exclusiva Big Bang, la ANSES todavía tendrá $75.960 millones, que alcanzarán sólo para cuatro liquidaciones. Es decir que, por el ritmo que imprime la actualización jubilatoria y como consecuencia de la inflación, la mitad de todo lo que se recaudó alcanzará sólo para los primeros cuatro meses del año entrante.
Stanley y Basavilbaso en una de sus últimas apariciones ante la prensa.
En 2016, la ANSES destinó $ 2.996,5 millones para el pago de la Reparación Histórica, un año después la cifra aumentó a $ 43.611,2 millones y agosto del corriente se erogaron $ 44.405,7 millones. Es decir: en los primeros ocho meses del 2018 se gastó lo mismo que en todo el 2017.
“Cuánto más se necesita para completar el programa depende de la cobertura que se defina. De si llegamos a cubrir 2.400.000 jubilados de los 8 millones del sistema o un poco menos. Hoy recibieron pagos adicionales por reparación histórica 1.300.000 jubilados”, explicaron desde el organismo que comanda Emilio Basavilbaso.
¿Qué es el FGS y cuánto vale?
Tal y como anunció durante la defensa del Presupuesto el ministro de Hacienda y Finanzas, Nicolás Dujovne, a partir de mayo del año que viene se acabarán los fondos provenientes del blanqueo de capitales con los que se paga la denominada reparación histórica que, a partir de octubre, dejará de ser pagada de forma automática y sólo la podrán recibir quienes se adhieran expresamente al programa. Hasta ese mes, la ANSES le pagaba a todos los jubilados: los que aceptaron la reparación y los que están en juicio. Pero eso se terminará.
El ministro de Hacienda y Finanzas, Nicolás Dujovne.
El dinero para cubrir los gastos saldrá de los dividendos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES, que se creó en 2008 después de la estatización de las denominadas AFJP, y su posterior rectificación con una sanción en el Senado. Según el último balance que presentó la ANSES, y que corresponde al segundo trimestre de este año, el valor actual es de $1.371 billones, lo que representa casi 10 veces la totalidad del presupuesto del organismo tan sólo para el año que viene.
De acuerdo a los propios balances de la compañía, en el primer semestre de 2018 el fondo tuvo un crecimiento del 14% principalmente impulsado por el rendimiento de las Lebacs y las ventas que realizó en las diferentes licitaciones para renovación que impulsó el Banco Central. La comparación interanual, entre junio de 2017 y del corriente arroja una suba de 37,3%, número mayor a la inflación que registró en esos doce meses el INDEC.
La cartera del FGS se compone en un 61,8% de títulos públicos nacionales, un 14,6% de acciones de empresas privadas, 7,7% de préstamos productivos y de infraestructura, 4,9% de préstamos a provincias, 3,5% de préstamos a beneficiarios del SIPA y un 2,2% a los no beneficiarios del SIPA, 1,6% en títulos de Entes Estatales (el 77% son Lebacs), 1,3% en fondos de inversión, y por último un 2,4% entre obligaciones negociables, disponibilidades y colocaciones a plazo e inversiones de trámite regular.
Justamente, en ese 14, 6% de acciones fue donde sufrió el principal golpe. La situación del Merval como consecuencia de la crisis cambiaria y luego de la crediticia hizo que las tenencias del FGS perdieran un 18,7% de su valor. Ahora esas acciones tienen un valor total de $200.036 millones.
¿Cuáles son los compromisos que tiene que afrontar la ANSES?
En 2017, de acuerdo a datos provisorios oficiales del organismo, la ANSES registró erogaciones corrientes estimadas en $1,075 billones, lo que representa el 10% del PIB y más del 42% de la recaudación total informada por AFIP.
El 79,5% de los gastos de la ANSES corresponden al pago de prestaciones de la seguridad social (jubilaciones y pensiones varias, con $854.000 millones), mientras que el 19% ($202.000 millones) se destina a transferencias (esencialmente, asignaciones familiares, AUH y programas como el Progresar) y el 1,5% restante a sus gastos de funcionamiento.
Muchos de los gravámenes que cobra la AFIP se destinan a la ANSES.
La cobertura previsional en Argentina alcanza a más del 95% de las personas en edad de jubilarse, al nivel de los países europeos con Estados de Bienestar más grandes. Si bien resulta un dato positivo desde la inclusión social, su contrapartida es un problema fiscal por las dificultades para financiarlo. La Pensión Universal por Adulto Mayor (PUAM), equivalente al 80% de la jubilación mínima, que implementó el Gobierno actual en 2016, garantiza que este ratio se mantenga en valores elevados.
¿De dónde llegan los recursos?
Todos los meses, a los trabajadores asalariados formales, como también a los autónomos, se le descuenta un porcentaje de sus ingresos para la denominada “seguridad social” también conocidos como “los aportes”. Pero de dónde además se establecen los recursos. Cada mes a la ANSES, de acuerdo a las cifras
En lo que respecta a la coparticipación, el Estado Nacional se queda con el 42,34%. De ese porcentaje, se destinaron este año seis puntos para los gastos previsionales. Para el año que viene, esa cifra, de acuerdo a la ley de reparación histórica, se reducirá a tres puntos porcentuales y a partir de 2020 será de cero. Esto corresponde a retenciones que dejará de realizar el estado nacional y que irán a parar a las provincias.
En el mismo sistema entra el impuesto a las ganancias, que se distribuye en su totalidad de acuerdo al esquema explicado anteriormente. Asimismo hay una suma de $549, 6 millones que se reparte. El Impuesto al Valor Agregado (IVA) es otro de los gravámenes de los cuales se financia no sólo la ANSES sino las cajas provinciales. El 11% de la totalidad de lo recaudado (al estar en casi todos los productos es una de las principales fuentes de ingreso del fisco) va a parar a la seguridad social dividido de la siguiente forma: 93,73% directamente a la ANSES y el restante 6,27% para las cajas provinciales.
Precios cuidados, aumentos en AUH y créditos de ANSES: medidas por la crisis
Luego vienen todos los tributos internos que son coparticipables y que se distribuyen igualque ganancias; es decir de la misma forma que la coparticipación federal. Aquí se ubican los gravámenes al tabaco, a todas las bebidas ya sea gaseosas, jugos o alcohólicas, servicio de telefonía celular y satelital, objetos suntuarios, autos, motos, embarcaciones y aviones. Lo mismo sucede con el impuesto a las transferencias de inmuebles y sucesiones.
Del impuesto a los premios de las apuestas, es decir lo que se le cobra por ejemplo al cualquiera que gane dinero en una jugada de la Lotería, sólo impacta el 80,6% que se reparte según el mismo esquema que la coparticipación. Pero ese no es el único impuesto al juego que impacta en las arcas nacionales. El último, el llamado impuesto a las apuestas, fue creado en 2016 y divide en un 100% de acuerdo a la coparticipación. En esa misma ley se creó el gravamen a las apuestas online que tiene el mismo sistema que el anterior.
Las cooperativas tampoco están fuera del alcance de la AFIP. El 2% de lo que invierten en capital recibe un gravamen, del cuál el 50% se distribuye por coparticipación. El último de los impuestos que se reparte de esa forma en el listado de gravámenes que recauda Nación es el Impuesto a la Ganancia Mínima Presunta que es cuando toda persona física o jurídica tiene una plusvalía anual de $200.000 para arriba.
Dentro de los impuestos no coparticipables de encuentra el que se le cobra a los créditos y a las cuentas bancarias. La totalidad de dicho ingreso va a parar a la ANSES. Del que se cobra a los combustibles el 28,69% se destina a la ANSES.
Bienes personales en uno de las llamadas dentro del esquema de recaudación porque si bien el 93,73% de lo que se recauda tiene un sistema de reparto idéntico en escalas a la coparticipación este no ingresa como tal sino que va separado. El restante 6,27% va a parar a las cajas provinciales.
Los cigarrillos tienen otro gravamen en su precio, el denominado impuesto de emergencia que se estipuló reducirlo del 21% a 7% en 2018 pero se prorrogó hasta el año que viene, al menos, es baja. De esa masa de recursos el 100% va a pasar a la ANSES. Ese impuesto dejará de cobrarse en 2020. Del Monotributo hay dos partes diferentes. Una impositiva (de la cual un 70% va directo a la ANSES y un 30% según la coparticipación) y la previsional (un 100% para la ANSES).
¿Cuántas personas dependen de la ANSES?
El organismo no se encarga solamente del pago de jubilaciones y pensiones sino también de las asignaciones familiares, la Asignación Universal por Hijo (AUH), seguros de desempleos, la ayuda escolar y la Pensión Universal para el Adulto. En total todos los beneficiarios suman 25.535.226.
De ese número hay 7.115.114 jubilados y pensionados, 4.008.238 beneficiarios de la AUH, 98.124 personas con seguro de desempleo, entre otras. Las cifras, que se encuentran en el Presupuesto 2019, no evidencian un aumento exponencial desde 2016 a la fecha.
A ese cálculo además hay que agregarle los planes sociales que se encarga de coordinar el ministerio de Desarrollo Social y Salud, a cargo de Carolina Stanley.
A fines de la administración de Cristina Fernández de Kirchner había tres generaciones completas, dentro del promedio de las familias beneficiarias de planes sociales, en donde no había un trabajador registrado. Es decir, que había nietos que no vieron trabajar a los abuelos. Altas fuentes de la ANSES explicaron que está situación se agravó en los últimos años y se agregó una nueva generación a la escala. Ahora hay bisnietos que no vieron trabajar a sus bisabuelos. En 2017, solamente por el programa Argentina Trabaja, el ministerio tenía registrados 175.382 beneficiaros. Si se lo compara con 2016 hubo más de 35.000 personas que se incluyeron en el programa.