A una semana del inicio de clases y luego de que se desintegrara el acuerdo al que habían llegado el ministerio de Educación que conduce Esteban Bullrich y los gremios docentes, la posición del Gobierno se mantiene firme y dejó en “stand by” las conversaciones hasta que las provincias cierren sus negociaciones.
Bullrich se mantiene firme y aguarda que las provincias cierren sus paritarias docentes.
Desde la cartera de Bullrich creen que los gremios “manipularon” los números ofrecidos por Nación y luego intentaron obtener un rédito con las provincias. En tanto y en medio de la vorágine, el inicio de clases podría peligrar, luego de que la Federación Nacional Docente (FDN), rama de la CTA que conduce Pablo Micheli, anunciara su adhesión al paro nacional convocado por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).
En el inicio de la semana pasada, la Nación y los gremios docentes parecían haber llegado a un acuerdo, que contemplaba una suba cercana al 40% para los sueldos más bajos. De esta manera, se elevaría el piso salarial docente en todo el país.
Los gremio rechazaron la oferta de la Nación y la negociación está en stand by.
La idea del Gobierno era que el sueldo inicial de cualquier docente, sin importar provincia, alcance a partir de febrero los $7.500 y luego $8.500 en julio. Este fuerte impacto salarial sólo abarca al escalafón más bajo, es decir a unos 55 mil docentes, sobre un total de poco más de un millón.
Sin embargo, al trascender números cercanos al 30 por ciento, las provincias le comunicaron a Rogelio Frigerio, ministro del Interior y puente entre los reclamos de los gobernadores y Macri, que ese número sería imposible de alcanzar y que ningún sindicato se conformaría entonces con un porcentaje menor al 25%.
Macri quiere cumplir con su promesa de campaña y está preocupado ante la posibilidad de que no se inicien las clases.
En diálogo con BigBang, una fuente cercana al ministro de Educación explicó que “quienes hablan de un aumento del 40 por ciento manipulan la cifra”, ya que, explican, ese incremento sólo impacta en siete provincias de las 24, en especial en los distritos del norte. En el macrismo entienden que los gremios utilizaron el cierre nacional para exigir mayores aumentos en las provincias.
Así la estrategia del Gobierno es que las paritarias provinciales se resuelvan en hasta un 25%, a lo que se le sumará el Fondo de Incentivo docente a cargo de la Nación. En total, el incremento, si se contempla el FONID, rondaría en un 30 por ciento.
El Gobierno aguarda que las provincias acuerden aumentos de hasta el 25 por ciento.
El Gobierno trabaja desde hace semanas con los gobernadores para cerrar las paritarias provinciales y luego así poder avanzar en la Nacional y terminar de cerrar los números. El objetivo es que el inicio de clases no se retrase, ya que fue una de las premisas de Macri en su campaña. Una vez que las actas provinciales se firmen, se dará lugar a las actas nacionales.
Aún no tiene fecha confirmada el próximo encuentro entre los representantes gremiales y Bullrich. Sin embargo, por ahora el centro de atención pasa por que las provincias logren cerrar sus respectivos acuerdos para dar paso al cierre definitivo con la Nación.