por Agustin Gulman
05 Febrero de 2017 19:40El ex jefe de los espías y hombre de confianza de Cristina Kirchner, Oscar Parrilli, presentó una recusación al juez federal Ariel Lijo, en el marco de la causa que investiga la filtración de escuchas telefónicas concretada entre julio y septiembre, y de las cuales surgió semanas atrás el audio de una conversación donde la ex presidenta hablaba de “causas armadas”. Mañana formalizará otra presentación ante la Corte Suprema.
La recusación, a la que tuvo acceso BigBang, fue presentada el viernes pasado en horas de la tarde. En la solicitud, Parrilli asegura que el magistrado “ha perdido la imparcialidad de criterio”, debido a la “serie de manifestaciones que muestran un cuadro de sospecha de parcialidad”. Además, cuestiona que las escuchas continuaron luego de haberlo convocado para una declaración indagatoria el 15 de julio del año pasado.
Parrilli - 3-2-2017 by AgusGulman on Scribd
Mañana el ex funcionario hará una presentación ante la Corte Suprema de Justicia para solicitar que se investigue la filtración de las escuchas. Allí Parrilli cuestionará la "particularidad del entremado" en que se ordenaron las interceptaciones telefónicas, principalmente porque la modalidad fue la de "escucha directa", que se utiliza para casos de secuestros extorsivos y "afectaciones a la vida de las personas", y que no serían útiles para "reconstruir eventos históricos pasados".
Las escuchas a Parrilli fueron ordenadas en el marco de la causa que investiga si el ex funcionario encubrió durante la campaña electoral del 2015 al entonces prófugo Ibar Esteban Pérez Corradi, en el expediente que se encuentra en manos del juez Lijo. Las escuchas, según el expediente, se concretaron entre el 24 de junio y el 23 de septiembre de 2016.
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Luego de que se difundieran los audios el ex jefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) realizó un descargo donde solicitaba que se investigue desde dónde se filtraron los datos. Allí apuntaba al presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, al fiscal Guillermo Marijuan y al juez Lijo y Martín Irurzún, a cargo de la oficina que realiza las escuchas.
En la presentación realizada el viernes, en la semana donde se retomó la actividad judicial tras el período de feria, Parrilli apunta que es necesario realizar una “investigación seria, profunda y que no responda a un mecanismo formal de acumulación de piezas inidóneas”. Además, exige precisiones respecto a cómo fue la tarea de escuchas a sus líneas telefónicas: de hecho, pide que sean llamados a declaración testimonial los funcionarios “que han participado directa o funcionalmente de las escuchas”.
En la recusación, Parrilli habla de “enemistad manifiesta”, prevista en el inciso 11 del artículo 55 del digesto procesal. Allí, el hombre de confianza de la ex jefa de Estado asegura que “la filtración de las escuchas constituyen un supuesto excepcionalísimo de la parcialidad judicial”. Por eso, asegura que se encuentra comprometida la “garantía del proceso por parcialidad de juzgador”.
En este sentido, en la presentación judicial incluyó una serie de declaraciones realizadas por el magistrado en entrevistas a distintos medios de comunicación, donde asegura que Parrilli tenía conocimiento de las escuchas y que hasta se llevó copia de los CD's con algunos de los audios.
“Resulta claro que las manifestaciones del juez luego de los hechos gravísimos afectan la intimidad del imputado”, asegura Parrili en la presentación realizada días atrás y a la que tuvo acceso este sitio.
En las escuchas, Parrilli y CFK hablan de las declaraciones del ex espía Antonio Stiuso.
Pero además, hace referencia al comunicado que difundió días después de que se filtrara el audio de la conversación con la ex presidenta. Según Parrilli, en las escuchas no hay pruebas para imputarlo debido a que la investigación y la intervención de sus teléfonos giraban en torno a otra causa, el presunto encubrimiento de Pérez Corradi.