“Soy yo, Cristina, pelotudo”. La frase probablemente quedará en el recuerdo. La difusión de los audios y el contenido sorprendió a muchos. No al receptor de ese mensaje, Oscar Parrilli. El ex jefe de la Agencia Federal de Inteligencia y el hombre de máxima confianza de la ex presidenta sabía de la existencia de las escuchas desde, al menos, noviembre pasado.
Ocurre que el ex funcionario sabía que su teléfono estaba intervenido - “pinchado”, como se dice en la jerga de la inteligencia -, y además tenía algunas copias en CD de las escuchas realizadas a su teléfono. Eso ocurrió porque tuvo acceso al expediente judicial donde fue imputado por el juez federal Ariel Lijo, en el marco de la causa que investiga su responsabilidad por no detener a Ibar Esteban Pérez Corradi, entonces prófugo y sindicado como el autor intelectual del triple crimen de General Rodríguez.
En el caso más cercano, Parrilli tuvo acceso a las escuchas el primero de noviembre, cuando declaró. Antes, sus abogados habían solicitado una prórroga, en octubre, para que poder tener ver el expediente. Por eso, la otra opción es que conozca el contenido de las escuchas desde ese mes. Según La Nación, Parrilli seleccionó junto a su defensa varios audios para llevarse copias.
De hecho, en la propia indagatoria se quejó de manera informal por las escuchas, que se prolongaron por dos meses. De todos modos, no planteó en aquel entonces ningún tipo de nulidad al respecto. Las escuchas fueron ordenadas luego de la detención a Pérez Corradi en Paraguay, concretada en junio pasado.
En las escuchas, CFK habla de causas armadas y trata de "pelotudo" a Parrilli.
En la conversación que trascendió esta semana, Cristina llama a Parrilli por el reportaje que había ofrecido el ex jefe de Contrainteligencia, Antonio Stiuso, donde criticaba con dureza y denunciaba a la administración K. “A ese tipo hay que matarlo” y “empezá a buscar todas las causas que le armamos” son algunas frases que resaltan.
Distinta fue la reacción esta semana, cuando se conocieron los audios. Parrilli y Cristina Kirchner contraatacaron con un duro comunicado donde acusan a la gestión actual por “escuchar opositores”. El ex funcionario, incluso, remarcó que hace responsable al fiscal Guillermo Marijuan, el juez Lijo y el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, por la difusión. Por el contenido de esa charla, ya se abrió una investigación aparte.
Parrilli sabía desde noviembre que existían las escuchas a su teléfono.
A Parrilli lo imputaron meses atrás por haber “cajoneado” un informe de la secretaría de Inteligencia con detalles sobre el paradero del narco durante la última campaña electoral. Lo curioso es que, si bien trascendió este audio, aún no se conoció ni difundió ninguno que se encuentre relacionado con la causa original que investigaba Lijo.
En total, las escuchas fueron archivadas en 160 CDs, que aún no fueron desgrabadas en su totalidad. Esperan que durante febrero se finalice con el pasaje a texto de los audios de todas las llamadas que tenía el ex funcionario de la mesa chica de Cristina. El hombre al que, medio año atrás, ella le ordenó leer los diarios por Internet, volver a su casa y ponerse a trabajar.