En las PASO y en los comicios presidenciales de este año, hay un sector que deberá emitir el voto en condiciones especiales: los 57.672 internos que constituyen la población carcelaria en condiciones de sufragar.
Vale recordar que antes del 2007 las personas privadas de su libertad no podían votar y ahora sólo pueden hacerlo los reos que no tengan condena firme. En el 2016, esta prohibición fue declarada inconstitucional pero aún no se modificó esa ley, algo que efectivamente plantea hacer el proyecto de reforma del Código Penal que ingresó al Congreso en marzo.
En la previa de las PASO, el Registro de Electores Privados de Libertad arrojaba de acuerdo a datos de Infobae, 57.672 empadronados en ese registro, incluyendo a 366 menores de 16 y 17 años. Esto constituye el 62,5% del total de la población carcelaria argentina.
Los presos sólo pueden votar cargos nacionales a excepción de los internos de la cárcel de Devoto que tengan domicilio en la ciudad, quienes sí pueden sufragar candidatos a la jefatura de Gobierno porteña.
Para emitir su sufragio, las personas privadas de la libertad utilizan una boleta única en la cual figuran todos los candidatos de cada categoría, y deben marcar a quién eligen. Sólo pueden elegir a los candidatos del distrito donde está registrado su último domicilio aunque estén cumpliendo condena en otra provincia: si un preso está alojado en Buenos Aires pero está registrado en Santa Fe, en su boleta figurarán los candidatos de esa provincia.
No se le permite el voto a quienes están alojados en comisarías o escuadrones de fuerzas de seguridad, ni a los que gocen del beneficio de prisión domiciliaria. Sí pueden hacerlo los que tengan régimen de salidas o hayan sido previamente autorizados por un juez.
La jornada de voto en las cárceles va desde las 8 hasta las 18, y los puestos de autoridades de mesa son ejercidos por agentes penitenciarios o docentes que trabajen en el penal. Si bien los partidos están autorizados a designar fiscales en las cárceles, ninguno lo hace.
Se debe garantizar, además, que haya un cuarto oscuro o box para que el voto sea secreto. Una vez vez finalizado el comicio, los votos no se cuentan en la mesa sino que la urna completa se envía a la Cámara Electoral.
Presos candidatos
Dentro de la población carcelaria argentina autorizada para votar en las PASO, ya que ninguno tiene condena firme, están el ex vicepresidente Amado Boudou, el ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido, el ex subsecretario de esa misma dependencia Roberto Baratta (quien ni siquiera está condenado aún), el dirigente social Luis D´Elía, y el ex secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi, entre otros.Tanto De Vido como el dirigente de izquierda Daniel Ruiz -preso en Marcos Paz acusado de causar incidentes en el Congreso el día de la votación de la reforma previsional- son además candidatos: el primero a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires en el partido Dignidad Popular, el segundo a diputado nacional por Chubut por el Frente de Izquierda.