El tratamiento de la Ley Ómnibus en la Cámara Baja del Congreso Nacional, y el gigantesco operativo policial que llevaron adelante las fuerzas federales a cargo de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich dejaron en evidencia la necesidad del oficialismo de apelar a la represión para amedrentar a los enormes sectores sociales que se niegan a que prospere el megaproyecto del presidente Javier Milei.
En una clara defensa del evento que contó una desmedida cantidad de agentes de la Policía Federal Argentina (PFA), la Gendarmería Nacional (GN) y de la Prefectura Naval Argentina (PNA), además de la fuerza policial porteña, la ex candidata a presidenta por Juntos por el Cambio (JxC) cuestionó a las organizaciones que decidieron manifestarse contra el proyecto de ley, durante la tarde del miércoles cuando comenzó el debate parlamentario.
"Había una marcha ordenada hasta que en un determinado momento decidieron, a propósito, porque tenían perfecto lugar en la Plaza, salir a copar la calle", describió Bullrich frente a una rueda de prensa improvisada, tras que la sesión en la Cámara de Diputados pase a un cuarto intermedio hasta las 12 del mediodía del jueves.
La acusación parte de una definición parcial e indemostrable, que asegura que hubo una decisión por parte de los partidos de izquierda y los movimientos de desocupados presentes, de provocar la represión que se vivió durante las horas de la tarde del miércoles. Aunque los cuestionamientos no terminaron ahí, ya que la ministra además afirmó que estos espacios actuaron "solamente con el objetivo de impedir que la gente pudiese volver tranquila a su casa".
Fue la Ministra quien confirmó que "se actuó de acuerdo al protocolo existente", en referencia al denominado protocolo "antipiquetes", que también se lo conoce por contar con el apellido de ella.
A Bullrich también le preguntaron por el integrante de la GN que se viralizó en la televisión y en las redes sociales, por contar con la insignia libertaria de la serpiente con la frase "No me pises" (en inglés "Don't tread on me"), en su uniforme laboral: "Cualquier miembro de una fuerza de seguridad que tenga un distintivo que no pertenezca a la fuerza y que sea partidario, tiene una actuación administrativa", aseguró respecto al anónimo servidor público.
Durante las horas en las que la Ministra defendió el operativo dispuesto, efectivos de la PFA detuvieron a cuatro jóvenes mujeres que se encontraban, pasadas las 23, cantando el himno sentadas en la calle. Inclusive a una de ellas se la vio, una vez en la camioneta donde la trasladaron, con sangre en su boca.
La pertenencia de una de ellas a la Unión Cívica Radical (UCR) también motivó que el partido centenario reclamara su liberación en redes sociales. "La UCR exige la inmediata liberación de la militante de nuestro partido Ivana Bunge y las otras jóvenes detenidas junto a ella en la zona del Congreso por manifestarse pacíficamente", escribieron en la cuenta oficial de Twitter de la organización.