“Los presos están adentro, pero no son ningunos boludos”. Con esa frase resumió un veterano agente penitenciario el resultado de las negociaciones entre las autoridades del Servicio Penitenciario Federal (SPF) y los reclusos del penal de Devoto. Es que a seis días de lo que fue el motín de la semana pasada, en donde las imágenes de los detenidos en el techo de la prisión circularon por todos lados, la reunión, si bien fue tensa, se caracterizó por los hilos conductores entre los funcionarios y los delincuentes.
Es que mucho cambió desde hace una semana. Al descontento popular por las excarcelaciones y prisiones domiciliarias (hoy a las 20 se convocó a un cacerolazo contra ellas) se sumó la falta de apoyo que tuvieron los detenidos por partes de algunos de los sectores dentro del Gobierno que mayor “rosca” le dieron al otorgamiento de ese tipo de beneficio.
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Quien aparece apuntado por las fuentes consultadas es el secretario de Justicia, Juan Martín Mena, que misteriosamente no estuvo presente hoy en el encuentro cuando había sido uno de los convocantes. No es una novedad que Mena mantiene una fuerte interna con la ministra de Justicia, Marcela Losardo. Mientras que él responde directamente a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, la titular de la cartera de Justicia es la histórica socia del presidente Alberto Fernández.
“Todos los que se envalentonaron y le prometieron cosas a los presos hoy desaparecieron”, remarcó una fuente al tanto de las negociaciones. Esa situación habría forzado la mano de los detenidos que, ante la negativa de reprimir por parte de las autoridades, se dieron cuenta de que era necesario llegar a un acuerdo pacífico.
Las declaraciones del jefe de Estado, que remarcó que no existe ningún tipo de plan para la liberación de presos y que debe accionar la Justicia, apuntaron a terminar con la polémica interna que se desató dentro del Gobierno. “En Argentina la solución del problema está en manos de los tribunales. Son los jueces naturales quienes, de considerarlo necesario, disponen libertades. Las cámaras de casación han hecho muy oportunas recomendaciones para hacer frente al problema”, remarcó el jefe de Estado en un comunicado que se vio obligado a emitir luego de las acusaciones y la polémica en curso.
“Por algo no vino”, agregó una fuente al tanto de la negociación de hoy rediriéndose a Mena. Durante la reunión se plasmó un acta en la que las partes se comprometieron a bajar la tensión mientras las autoridades analizan los 400 casos en en estudio para domiciliarias por tratarse de pacientes de riesgo. Una cuestión aparte será cómo tomarán las bases de los presos esta decisión. Es por eso que las autoridades quieren ver el desarrollo de los acontecimientos del día antes de cantar victoria. Es que cerca del titular del SPF, Emiliano Blanco, temen de que la decisión tomada junto a los interlocutores de los presos no tenga el visto bueno entre las bases.
De no haber novedades ni nuevos focos de violencia, la mesa de negociaciones volverá a reunirse el 6 de mayo. Devoto, además, plantea otro problema para las autoridades. La falta de inversión y el material cuasi obsoleto que tiene lo hace un penal peligroso dentro del sistema federal. El hecho de que tenga varias plantas le agrega otra complicación a la hora de asegurarlo. El penal de Ezeiza, por ejemplo, es todo de planta única por lo que las revueltas son más fáciles de controlar.
Un dato no menor es que el sector más dialoguista de la oposición comenzó a diferenciarse del Gobierno. El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que en reiteradas ocasiones se mostró en la misma línea que Fernández, salió rápidamente a criticar la liberación de presos. “Es indignante, porque mientras la gente está encerrada cumpliendo la cuarentena tenemos presos que salen a la calle”, planteó.