por Agustin Gulman
02 Mayo de 2018 18:29En el marco de un encuentro de premios Nobel que se llevó a cabo el fin de semana en Montevideo, el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, se mostró crítico de la situación política y social del país, y apuntó contra el Gobierno por la “presión” a la Justicia. “El Poder Judicial está supeditado al poder político”, cuestionó durante las jornadas Voy por la Paz, organizadas por la Fundación para la Democracia Internacional.
“La situación argentina es grave, cada vez hay más exclusión social y más pobreza”, señaló. Con esas palabras, Pérez Esquivel describió el contexto que atraviesa el país, durante un encuentro con periodistas del cual participó BigBang, en la ciudad de Montevideo. El Premio Nobel y titular del Servicio Paz y Justicia América Latina (Serpaj) participó de las jornadas junto a otros premios nobel de la paz, como la guatemalteca Rigoberta Menchú Tum; la iraní Shirin Ebadi; y el polaco Lech Walesa.
Pérez Esquivel cuestionó los despidos en organismos del Estado, y apuntó contra “modelos neoliberales que privilegian el capital financiero sobre la vida de los pueblos”. “No quieren reconocer que detrás de los números hay rostros de hombres, mujeres y niños que interpelan, cuestionan y que en una democracia reclaman un lugar digno”.
El Premio Nobel cuestionó el vínculo entre el Gobierno y el Poder Judicial. “Nos quieren presentar que todos los opositores son corruptos. Si hay corrupción la tienen que investigar, pero no en la forma en que lo hacen, a través de los medios de comunicación: condenan antes de juzgar”, remarcó. En este sentido, recalcó que “hay presión del Gobierno en la Justicia. Ahora se agudizó, antes también había, pero había jueces más independientes, que no se condicionaban”.
Durante las jornadas de Voy por la Paz se volvió a presentar la denuncia pública de la Fundación para la Democracia que preside Guillermo Whpei sobre esclavitud en la construcción de estadios para el Mundial de Qatar en 2022, donde según los datos de la Fundación hubo 2.000 muertes de nepalíes en los últimos años.
En este contexto, Pérez Esquivel analizó que los Mundiales siempre fueron utilizados por los gobiernos, que tratan de sacar rédito para “mostrar lo que realmente no existe”.
Pero además, recordó sus días en prisión durante la última dictadura cívico-militar, en 1978, en pleno Mundial. “Era una cosa que me taladraba el cerebro. Pasaban por los parlantes el partido. Para los guardias, no para nosotros. Cuando Argentina metía un gol, los represores y los presos se miraban y se sonreían. Era una cosa increíble, que te ponía mal. Es el poder de idiotizar del fútbol”.