Marcos Peña se mostró hoy como nunca antes en sus quince meses como jefe de Gabinete del gobierno de Mauricio Macri. Visiblemente molesto con algunas preguntas de diputados kirchneristas durante su nuevo informe de gestión ante el Congreso de la Nación, el estratega de Cambiemos le exigió a los gritos a los diputados Axel Kicillof (ciudad de Buenos Aires) y Mauricio Gómez Bull (Santa Cruz) que se "hicieran cargo" de los problemas no resueltos en los "últimos doce años" por el Frente para la Victoria (FPV).
Todo con un nuevo estilo. El calmo Jefe de Gabinete le dio paso a un vehemente declarante, que levantó el tono de entrada, le habló directamente a los diputados -algo que el reglamento de la cámara prohíbe- y hasta se "comió" algunas "s". "No vamo' a entregar la soberanía de nada, no se preocupen", dijo, por ejemplo.
BigBang ya hecho foco en la "tinellización" de Peña, cuando a comienzos de mes se lo vio en una conferencia de prensa junto al jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal. Por entonces, el jefe de Gabinete se oscureció un poco el pelo, cambió su corte (menos “casquito”), modificó su peinado (el jopo ya no está caído sobre la frente) y se dejó una barba de uno o dos días y sus respectivos bigotes.
Marcos Peña en su informe de gestión ante Diputados.
Como sea, el legislador Gómez Bull acusó a Cambiemos de "ahogar financieramente" a su Santa Cruz: "Los santacruceños esperan que el presidente cumpla con su promesa de gobernar para todos los argentinos, pero su diputado, Eduardo Costa, recorre la provincia acercando ayuda sólo a los municipios amigos".
Por su parte, Kicillof acusó al presidente Macri de "gobernar a ciegas la economía". Peña también le respondió al diputado que cuando fue ministro de Economía de Cristina Kirchner "destruyó todos los instrumentos de navegación": el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el Banco Central (BCRA) y el mercado de trabajo.