Fue un punto de inflexión en la gestión de Horacio Rodríguez Larreta. El jefe de Gobierno porteño dio una repuesta concreta a uno de los mayores reclamos del Presidente hacia su gestión: evitar los piquetes en la Ciudad.
La Policía de la Ciudad desaloja a los manifestantes.
Las manifestaciones en la avenida 9 de Julio suelen ser el motivo de mayor discordia entre ambos. Mauricio Macri quiere una orden de remoción directa, mientras Larreta apuesta a un diálogo para evitar utilizar la fuerza. Lo cierto, es que en esta última posición, el funcionario porteño tiene una aliada clave: Elisa Carrió.
Carrió apuesta al diálogo y busca evitar el uso de la fuerza en los piquetes.
La primera candidata a diputada por la Ciudad suele hacer las veces de mediadora en esta cuestión, aunque su posición es conocida por Macri. “Carrió no quiere un muerto en medio de la campaña”, le dijo a este medio una fuente cercana a la líder de Cambiemos. Por eso desiste, siempre que se pueda, del uso de la fuerza que traigan a la memoria del electorado las peores imágenes de la Plaza del 2001.
Los manifestantes de Quebracho.
En rigor, el corte de ayer de Quebracho, cuyos manifestantes tenían los rostros tapados y portaban palos, requirió una decisión contundente de la administración porteña y la respuesta fue la que se esperaba en los pasillos del poder. Larreta accionó, en todo su esplendor, el plan antipiquetes que diseño y confeccionó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y que fue anunciado poco después de asumir en el cargo.
Los efectivos de seguridad reprimieron a los manifestantes.
Hasta ayer, Larreta no había dado luz verde para implementarlo de lleno en la Ciudad, pero Macri estaba demasiado molesto con su pasividad por lo que se vio obligado a entregar una señal de apoyo a su postura. Carrió llamó a su jefe político de campaña y le expresó su desacuerdo, pero nada podía detener el avance de la Policía de la Ciudad.
En el entorno de Larreta aclararon que intentaron negociar con los manifestantes pero que los líderes del corte nunca mostraron predisposición. Sin embargo, en el Gobierno porteño aclarar que esto no será siempre así y que sólo se utilizarán estos procedimientos en casos extremos, como los de ayer. Aunque reconocen que la instancia de diálogo se prolongará mucho más de la que el Gobierno quiere.