Con la actividad legislativa prácticamente paralizada en un año marcado por elecciones presidenciales y desdoblamiento en 19 provincias, el Congreso Nacional cerrará el 2019 con el índice más bajo de sesiones ordinarias en los últimos 20 años; tanto en la Cámara de diputados -que apenas sesionó siete veces-, como en el Senado, donde hubo ocho desde febrero. La salida de los "históricos" y la nueva conformación después del 10 de diciembre.
No es una novedad, ni mucho menos el descubrimiento de la pólvora: en años electorales, la actividad legislativa suele verse reducida sensiblemente. Sin embargo, la actividad parlamentaria en lo que va de 2019 es la más baja desde 2001, de acuerdo con las cifras oficiales publicadas a las que accedió BigBang. Entre las más destacadas del año se encuentran la Ley de Financiamiento de los Partidos políticos y la Emergencia Alimentaria, impulsada por la oposición y resistida en un primer término por el oficialismo, que finalmente la terminó apoyando.
Para el director de Análisis Político de la fundación Directorio Legislativo, Matías Pellegrini, el contexto político, apalancado por la situación económica, es una de las causales centrales por las que este año hubo menos actividad, inclusive que en otros años impares marcados por elecciones, tanto presidenciales como legislativas. En diálogo con BigBang, aclara que la baja cantidad de sesiones y sanciones de leyes “no significa que el Congreso no trabaje”, y destaca la labor en comisiones.
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Sin ir más lejos, hoy se reunió la comisión Bicameral de Defensoría del Pueblo con el objetivo de avanzar en la designación de un cargo que está vacante desde hace diez años. En el horizonte, además, aparecen otros grandes temas a tratar antes de fin de año: la Ley de Alquileres, que la semana que viene se discutirá en la comisión de Legislación General que preside Daniel Lipovetzky; y el Presupuesto 2020, que será discutido recién en diciembre, en sesiones extraordinarias, con la nueva composición parlamentaria.Pellegrini señaló que otro factor fue el carácter de la oposición, que en este último año quedó prácticamente unificada. “El Gobierno no ofreció al Congreso como una caja de resonancia donde pudieran multiplicarse las críticas de la oposición”, remarcó el analista de Directorio Legislativo.
La actividad del Congreso en cifras
Lo cierto es que en otros años electorales el Congreso tuvo mucha más actividad:2017: diputados y el Senado tuvo 14 sesiones. 2015: en diputados hubo 10 sesiones y en el Senado 13. 2013: Diputados tuvo 11 sesiones y el Senado 21. 2011: 9 en diputados y 18 en el Senado. 2009: 13 en diputados y 18 en el Senado 2007: diputados sesionó 30 veces y el Senado 23. 2005: diputados tuvo 24 sesiones y el Senado 44. 2003: diputados sesionó 21 veces y el Senado 32. 2001: diputados tuvo 33 sesiones y el Senado 35.El periodista parlamentario y autor del libro “Gobernar en minoría”, José Ángel Di Mauro, atribuyó, como un factor central, la baja actividad legislativa de este año al desdoblamiento de las elecciones provinciales: “Desde febrero hasta agosto hubo 12 elecciones, eso son tres meses con imposibilidad para sesionar, porque los números para cada ley son tan ajustados que si faltaba alguno era difícil”.
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Ocaso y nuevos rostros
A partir del 10 de diciembre, la composición de ambas cámaras tendrá cambios sustanciales. Tal vez los que más se destacan son dos figuras centrales para el Congreso desde hace por lo menos dos décadas, con la salida de Miguel Ángel Pichetto, a quien se le termina su tercer mandato en la Cámara alta; y Elisa Carrió, quien excepto dos breves períodos es diputada desde 1993 y este martes presentó su renuncia a la banca, aunque aún le quedan dos años de mandato.
El Frente de Todos podría llegar a 123 bancas como interbloque, si se suman los diputados propios y los bloques aliados, como los de Santiago del Estero y de Misiones. Lo central es la figura de Sergio Massa, que regresará a la Cámara baja como presidente del cuerpo tras dos años en el llano. La transición con Emilio Monzó ya comenzó. El bloque de Juntos por el Cambio tendrá nueve diputados más que hasta ahora, y un total de 119 legisladores.
En el Senado, que renovó este domingo un tercio de su composición, el Frente de Todos consiguió 13 senadores y sumará 37 en total, por lo que tendrá quorum propio si se agrupa en un solo bloque. Juntos por el Cambio tendrá un total de 30 senadores.