07 Julio de 2016 13:16
El fiscal federal Carlos Stornelli pidió hoy la indagatoria del ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido y del ex secretario de Obras Públicas, el detenido José López, por haber recibido supuestos sobornos en el marco del caso "Skanska"”, el primer escándalo de corrupción del kirchnerismo por sobornos en la construcción de gasoductos.
Según indicaron fuentes judiciales, Stornelli imputó a De Vido y López por presunto cohecho, fraude en "perjuicio del Estado Nacional" y "negociaciones incompatibles con el ejercicio de las funcion pública".
A criterio de Stornelli, la intervención de De Vido en el caso "permite sospechar" que "ha tenido un rol decisorio" y "trascendente" en los "millonarios desvíos” de dinero para la construcción.
Para el fiscal De Vido es sospechoso por los delitos de "cohecho", "defraudación" y "negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública", según el dictamen.
El fiscal aludió a "millonarios desvíos presupuestarios" en el marco de una "gran y compleja organización delictual integrada por funcionarios públicos y particulares".
Al cerrar la causa, la sala I de la Cámara Federal sobreseyó a todos los que habían sido procesados, entre ellos el ex titular del Enargas, Fulvio Madaro, el de Nación Fideicomisos, Néstor Ulloa y el ex secretario de Energía, Daniel Cameron.
El fiscal también pidió la indagatoria de López.
Stornelli también reclamó la indagatoria de Roberto Baratta, quien fue subsecretario de control y gestión del Ministerio de Planificación, de Cristian Folgar, quien fuera subsecretario de Combustibles. El fiscal también pidió que sea citado a indagatoria Andrés Galera.
El juez federal Sebastián Casanello ordenó la reapertura de esa causa, que había sido cerrada hace varios años, al hacer lugar a un planteo de Stornelli sobre "cosa juzgada irrita".
Casanello consideró que la causa estaba mal clausurada luego de que la Cámara de Casación Penal resolvió en abril que eran válidas unas grabaciones que habían sido realizadas por un auditor de la empresa Skanska en la que se admitía que se habían pagado sobornos.
Tras esa resolución, Stornelli se presentó en el juzgado de Casanello y pidió la reapertura del expediente al considerar que su cierre implicaba "cosa juzgada irrita" o "cosa juzgada fraudulenta", porque estaba mal clausurada.