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Política

Piden investigar a dos firmas de limpieza vinculadas a César Milani

Las empresas incurrieron en diversas irregularidades al obtener licitaciones de las Fuerzas Armadas. Sería propiedad del ex Director de Inteligencia del Ejército.

06 Junio de 2017 10:02
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La causa por enriquecimiento ilícito que envuelve al ex Director de Inteligencia del Ejército, César Milani, podría recrudecer. Ahora piden investigarlo por incumplimiento en sus deberes de funcionario público, delito de cohecho, malversación de fondos públicos y negociaciones incompatibles con la función pública.

Milani sería dueño de dos empresas de limpieza que prestaban servicios al Ejército.

Se debe a la adjudicación de las licitaciones de servicios de limpieza integral y desinfección de edificios y locales de las Fuerzas Armadas a las empresas Compañía de Servicios Martín Fierro SRL y Uadel S.A., que pertenecerían al ex jefe de Inteligencia del Ejército kirchnerista.

La presentación, realizada por Diego Rosenblat pide que esta maniobra irregular sea incorporada a la causa que investiga el supuesto enriquecimiento ilícito de Milani.

La investigación por enriquecimiento ilícito podría recrudecer. 

De acuerdo al escrito al que accedió BigBang, funcionarios de las fuerzas armadas anulaban la competencia en procedimientos de contrataciones para que ambas firmas se vieran beneficiadas. Lo cierto es que las empresas no tendrían antecedentes de limpieza ni respaldo económico. En este sentido a la firma Martín Fierro se le desestimó una propuesta ante el ORSNA al presentar documentación apócrifa al momento de demostrar su capacidad económica.

En otros contratos irregulares, el Liceo Militar General San Martín le adjudicó a Compañía de Servicios Martín Fierro licitaciones con ofertas muy por debajo del precio de mercado y de los precios testigos que facilita la SIGEN. Este era el argumento que utilizaban para darle las adjudicaciones a estas empresas sin importar que dicho servicio era imposible de llevarse a cabo.

Milani, detenido en el penal de Ezeiza. 

Las firmas utilizaban empleados registrados en AFIP y la ANSES con jornadas reducidas o medias jornadas pero los hacían trabajar jornada completa en clara violación al principio de igualdad con otras empresas y fraude a la ley laboral.

Una vez adjudicados dichos servicios, pese a los incumplimientos en tiempo y forma, se renovaban los contratos y se evitaba la licitación pública.