No será un anuncio, aunque sí una seguidilla de medidas que persiguen un único objetivo: lograr el “bienestar”, con el foco puesto en las elecciones legislativas que tendrán su primer round en agosto, con las PASO. El Gobierno elabora un plan que apunta a mejoras concretas: créditos, obras públicas, cuotas, vivienda, jubilaciones, planes sociales y salarios, las claves de la iniciativa en la que trabaja el Ejecutivo.
El plan de “bienestar” apunta a fortalecer uno de los ejes claros de la campaña pasada: la idea de “revolución de la alegría”. Buscan que en las semanas previas a las primarias legislativas de agosto las mejoras sean notorias y den que hablar. Y para eso, elaboran proyectos que se puedan observar a simple vista.
La clave para el Gobierno es lograr una reactivación de la economía de cara a los próximos meses.
El “operativo conurbano”, que requerirá alrededor de $30.000 millones en unas 1.000 obras, vinculadas a rutas, cloacas, agua y vivienda, será una de las iniciativas. Pero el shock de obras públicas en el Gran Buenos Aires será sólo una de las etapas del plan que apunta al bienestar, aunque no la única.
Además, el Gobierno busca “inflar el bolsillo”, incrementando la cifra de dinero en la billetera de los argentinos. Para eso, uno de los ejes centrales será apurar algunas paritarias. La semana pasada se concretó la negociación con el sindicato de Comercio, que acordó un 20 %en dos tramos.
También están convencidos de que este año el poder adquisitivo real crecerá un 5 % en comparación con el año pasado, producto no sólo del salario, sino también del acceso al crédito y las cuotas. En términos nominales, el salario de bolsillo crecería en 2017 un 26 %, aunque en términos reales, luego de restar la inflación, el promedió será positivo, con incremento del 3,3 %.
No será por medio de un megaanuncio, sino que serán medidas que se irán multiplicando.
A eso se deberá sumar el impacto positivo que dejará en la economía la suba en las prestaciones sociales, como las asignaciones sociales y el incremento de las jubilaciones, que aumentaron el primero de marzo un 12,65 %. El Gobierno ya calcula que este año habrá una combinación positiva entre la baja de la inflación y la recuperación de los salarios.
El objetivo es que en los próximos meses se comiencen a percibir mejoras concretas en el resto de los rubros. Otra de las claves será la ola de créditos hipotecarios que apuntan a beneficiar a las capas medias y bajas, por medio del ProCreAr, pero también con los préstamos privados. La idea es incrementar la cantidad de personas que concretan el sueño de la casa propia: de 2.000 que se otorgan en la actualidad por mes, quieren llegar a 10.000.
El relanzamiento del Plan ProCreAr permitirá que miles de personas accedan a la vivienda propia.
Pero los créditos para la vivienda no serán los únicos. El plan de “bienestar de la alegría” incluye, además, el regreso de las cuotas y la posibilidad de acceder a productos a costos más bajos que en la actualidad. El caso de las computadoras y tablets, que bajarán por la reducción de aranceles de la importación, es uno. A eso se le sumará el acuerdo para la fabricación de automóviles y planes para la compra de motos, que forman parte de la seguidilla de iniciativas del Ejecutivo.
Según La Nación, en el Gobierno ya analizan que los precios de los productos “van a bajar muchísimo”. Inclusive, comparan que la reducción permitirá acceder a bienes de electrónica “al mismo nivel o un poco más caros de los que se consiguen en Chile”.
Hay otros ejes que se sumarán a la idea del Gobierno. Uno de los ejemplos más concretos es que a partir del primero de abril entrará en vigencia la ley de Emergencia Social. Creen que al estar en práctica el acuerdo alcanzado entre la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, con las organizaciones sociales tras la sanción de la norma el año pasado, se reducirán las protestas y reclamos en las calles.