Entre el 20 de marzo y el 30 de junio, el Estado destinó más de 3,6 millones de pesos por día en gasto social para paliar la crisis desatada por la pandemia de coronavirus, ya sea a través de la ANSES o mediante la compra de alimentos realizada por el Ministerio de Desarrollo Social. Sólo el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) demandó casi 180 mil millones de pesos, sin contar la tercera edición que comenzará a pagarse el 10 de agosto. El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, afirmó a BigBang que “se cubrió la necesidad de la población más vulnerable” y detalló que a fines del mes pasado ya había ejecutado el 120 por ciento de su presupuesto para todo 2020.
Los datos se desprenden del proyecto de ampliación presupuestaria que el Gobierno envió al Congreso esta semana y que precisa que desde el inicio de la cuarentena hasta el 30 de junio el Estado distribuyó más de $687 mil millones para todas las áreas del Estado vinculadas al manejo de la pandemia. La mitad fueron destinados a gastos exclusivamente sociales y demandaron $373.118.000 millones, desde el pago de las dos primeras cuotas del IFE hasta el salario complementario a los trabajadores del sector privado, el seguro de desempleo y la compra de comida para reforzar los comedores y merenderos.
La cifra representa $3,6 millones por día. Según detalla el proyecto que busca ampliar en 1.800 millones las partidas presupuestarias para el resto del año, el gasto social se dividió de este modo:
IFE - $179.630 millones Salario complementario dl programa ATP - $132.500 millones Complemento de Prestaciones previsionales (subsidio de $3.000 a jubilados y pensionados) - $9.500 millones Asignaciones Familiares (subsidio $3.000 AUH - $3.100 millones Seguro de Desempleo - $1.800 millones Políticas Alimentarias - $42.788 millones Agencia Nacional de Discapacidad Pensiones no contributivas - $3.200 millones Otros gastos - $600 millones
En diálogo con BigBang, Daniel Arroyo, aseguró que con la inyección de recursos “se logró cubrir la necesidad de la población más vulnerable”, y explicó que antes de la pandemia el Estado asistía a 8 millones de personas a través de asistencia alimentaria y ahora se pasó a 11 millones.
“Hay cuatro realidades: los que hacían changas y fueron a los comedores, los que hacían changas y muy eventualmente iban, un tercer grupo que hacía trabajo integrado, como el que instala durlock o el carpintero, el remisero, que no sabían la existencia del Ministerio de Desarrollo Social y sus ingresos cayeron a cero, y un cuarto sector que tenía trabajo formal y así y todo requirió ayuda y fue a un comedor o un merendero”, graficó el ministro de Desarrollo Social.
El impacto del desembolso de dinero de su Ministerio es tal que al 30 de junio ya había ejecutado el 120 por ciento del presupuesto previsto para todo 2020.
Proyecto ampliación presupu... by AgusGulman on Scribd
153 MANGOS POR DÍA
Aunque se trata de la mayor inyección de recursos del Estado y generó un debate en el mundo de los economistas acerca de la mirada social versus la mirada fiscalista, hay un dato clave que permite pensar el impacto de la crisis para los sectores más vulnerables: el IFE fue para casi 9 millones de personas y hasta ahora fueron dos cuotas (la tercera comenzará a pagarse a partir del 10 de agosto), es decir $20.000 en 131 días de pandemia que pasaron desde el 20 de marzo hasta este 29 de julio, algo así como $153 por día, poco más del costo que tienen tres litros de leche Armonía, que integra Precios Cuidados.
El contador, magister en Economía Política y director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), Hernán Letcher, aseguró que “si se mide en términos individuales podría ser poca plata” el IFE, aunque explicó que “tuvo un impacto tremendamente significativo porque permitió sostener algún nivel de ingresos”. “Es difícil vivir con $10 mil pesos pero evidentemente los ingresos de una familia reviste otra complejidad, no tomando sólo el IFE como referencia. Fue un ingreso que permitió sobrellevar relativamente la pandemia, probablemente no sea suficiente, pero junto con el ATP tuvieron una potencia fenomenal”, analizó.
Letcher analiza que “sostener el gasto es razonable” porque si se corta ahora la asistencia “se sepultan las posibilidades de recuperación”.
En el Gobierno creen que es necesario sostener la emisión monetaria para sostener las medidas económicas y sociales impulsadas. Esta semana Alberto Fernández debería anunciar el paquete de 60 medidas para la “post-pandemia”, etapa que algunos ministerios ya comenzaron a poner en marcha. “Hay que emitir para bancar el momento, si hubiese una mirada fiscalista de la pandemia, la Argentina tendría muchos muertos”, dijo a BigBang un asesor cercano al presidente.
En Olivos grafican con tres datos: el gasto público se duplicó en apenas dos meses, al tiempo que la recaudación se desplomó un 35 por ciento y hasta que no se resuelva la renegociación de la deuda no hay acceso a financiamiento externo.