Catorce homicidios en siete días en la ciudad de Rosario, seis en el mismo lapso en Santa Fe, ciudad capital de la homónima provincia. En 2019 en la provincia hubo 337 homicidios de los cuales 168, casi la mitad, sucedieron en Rosario, de acuerdo al informe anual del Ministerio Público de la Acusación al que tuvo acceso BigBang.
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El año anterior, 2018, la cifra fue más alta en la ciudad más grande la provincia y se registraron 204 homicidios. El año anterior, 2017, que fue un año electoral como 2019 nuevamente la cifra fue menor 164; mientras que en 2016 el número estuvo en 180 homicidios. Lejos de los 234 asesinatos en 2015 o los 255 de 2014, la oscilación en el número de muertes en la ciudad conocida como “la Chicago” de Santa Fe hace que las autoridades del gobierno del mandatario provincial, Omar Perotti, sostengan en privado la tesitura de que habría acuerdos entre la administración socialista, la Policía y el narcotráfico.
La muerte de Enrique Encino, de 64 años, en las inmediaciones del casino City Center alienta aun más la percepción de Perotti. Es que los investigadores del caso, por estas horas, desechan la posibilidad de que se haya tratado de un error en un crimen por encargo y empiezan a dirigir la investigación a que se trató de un mensaje de las diferentes bandas de narcotráfico que operan en la ciudad.
“Acá la policía tenía total autonomía, y la sensación que tenemos es que evidentemente se manejaban negocios enormes, sino no estaríamos viviendo lo que vemos. Acá hay jefes policiales que se creían que eran jefes de la provincia y de la Ciudad”, manifestó el ministro de Seguridad provincial, Marcelo Saín. Desde el 10 de diciembre hubo un cambio de 30 efectivos jerárquicos y el encargado de la zona de Rosario fue removido dos veces.
“Cambió la forma en 180°”, le resumió a BigBang un veterano funcionario judicial de la provincia que vislumbra que habrá cambios en breve. Sobre todo cuando en las próximas semanas se intensifiquen las negociaciones para que el Código Procesal Penal Nacional se aplique de forma inmediata a la provincia. De esta forma los fiscales pasarían a tener el control sobre las investigaciones federales mientras que los jueces pasarían a ser garantes del proceso.
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Con dialogo esporádico, pero fluido, con el presidente Alberto Fernández, el mandatario provincial santafecino solicitó formalmente el envío de 3.000 efectivos de la Gendarmería Nacional para reforzar la Seguridad. Si bien el titular de la cartera de Seguridad provincial tiene buen vínculo con su par nacional, Sabrina Frederic, lo cierto es que fue una de las pocas autoridades nacionales con las cuales Perotti no mantuvo un encuentro a solas cuando justamente la Seguridad fue el principal tema de su campaña.
“Lo habla directamente con el Presidente”, remarcaron fuentes provinciales.
Último caso
Hoy cerca de las 14 se produjo un nuevo homicidio en cercanías del casino de Rosario, el número catorce en trece días, cuando un hombre fue baleado luego de protagonizar un intercambio de palabras con otro sujeto. Ni la identidad de la víctima o del agresor trascendieron aún.El hombre de 40 años se encontraba frente a un kiosco, a 200 metros del lugar en donde fue asesinado Encino, cuando un auto estacionó, descendió el conductor y en menos de un minuto, según declararon a medios locales testigos del hecho, recibió tres disparos.
La víctima murió en el lugar donde fue atacado, precisamente en el pasaje 516 al 6300, y según indicaron los vecinos, no era una persona que frecuentara habitualmente el barrio. Aunque todavía falta avanzar en la investigación, se cree que se trató de un crimen mafioso.
Autorizaron a la Policía a llevar "cartucho en recámara"
En medio de la ola de violencia extrema que se vive en las ciudades de Santa Fe y Rosario, el jefe de la Policía de la provincia, Víctor Sarnaglia, autorizó a los efectivos policiales a llevar “cartucho en recámara”, lo que significa que las armas ya estén preparadas para disparar.
Sarnaglia aclaró en un comunicado que la decisión fue tomada luego de que se conocieran "las actuales situaciones de inseguridad reinante y de violencia inusitada en todo el territorio provincial” y con el objetivo de "resguardar la seguridad de toda la población santafesina y de todo el personal policial actuante”.
En el primer artículo de la resolución Sarnaglia decide dejar sin efecto la medida que regía del año 1998, que prohibía a los efectivos provinciales llevar el arma lista para ser disparada.