18 Abril de 2017 08:56
Por ahora, el presidente Mauricio Macri no contará con un nuevo avión presidencial. La decisión fue postergada hasta después de las elecciones legislativas de octubre. En el Gobierno creen que en el actual contexto “es un gasto innecesario”. Sin embargo, por ahora continúa la tarea de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) que le ofrecerá al Ejecutivo ocho opciones para la adquisición de la aeronave.
La licitación internacional fue abierta meses atrás, en febrero, pero el objetivo del Gobierno para la compra de un avión que reemplace al viejo Tango 01 viene desde hace tiempo. Esa aeronave, comprada en 1992 durante el Gobierno de Carlos Menem, fue retirada de la flota presidencial a comienzos del año pasado, al igual que casi todos los aviones oficiales.
A principios del año pasado, el Gobierno decidió suspender la actividad del Tango 01.
De hecho, en los viajes que hace el mandatario recurre a vuelos privados o de aerolíneas comerciales. Sin embargo, desde el episodio ocurrido en un avión de Aerolíneas Argentinas, donde dos traficantes ingresaron al país con miles de pastillas de éxtasis en el mismo vuelo en el que regresaba Macri de España, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, señaló que la decisión del Ejecutivo fue que el presidente no se embarcara más en vuelos comerciales.
Desde que se “jubiló” al Tango 01, hasta octubre del año pasado, la Casa Rosada gastó $26 millones en vuelos presidenciales.
Macri, en uno de sus pocos viajes a bordo del Tango 01, ni bien asumió, a Paraguay.
Según Infobae, a pesar de que el Gobierno definió la postergación de la compra - un gasto que hubiera ascendido a una cifra cercana a los 50 millones de dólares -, la OACI continúa con el relevamiento para definir cuál es el avión más apropiado, entre ocho opciones, que en todos los casos son Boeing 737. El modelo elegido, Business Jet, podría alcanzar hasta los 65 millones y debe ser usado, aunque no puede superar las 7.000 horas de vuelo.
Además, debe contar con un mínimo de 15 plazas, dormitorio presidencial con cama doble, baño privado, sala de reuniones y una autonomía de vuelo de 11 mil kilómetros.
La decisión del Gobierno se postergó hasta luego de las elecciones legislativas de octubre.
El objetivo de postergar la decisión tiene que ver con la cercanía de las elecciones legislativas. El argumento para suspender la compra está vinculado al agitado contexto social que vive el país, con una economía que aún no logra despegar, al menos no como pretende el Gobierno. En esa línea, creen que un gasto de esas características podría generar malestar.
De acuerdo a un informe de La Nación, el Gobierno destina alrededor de 18,48 millones por año en vuelos internos por el país, tanto para Macri como para sus ministros. El presupuesto para viajes del presidente y una comitiva reducida de funcionarios es del orden de los 36 millones de pesos anuales.
Al menos hasta que se defina el futuro de un nuevo avión presidencial, el mandatario utilizará vuelos privados para sus viajes. Sin ir más lejos, la semana que viene tiene prevista una reunión en Washington con su par estadounidense, Donald Trump. Hasta allí llegará por medio de un chárter privado.
