por Gonzalo Prado
04 Junio de 2018 18:26"No me llamaron para avisarme de nada, pero tampoco lo hice yo para preguntar. Hasta que no termine la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) no parece que haya un panorama claro".
Así graficó la situación un importante ministro provincial que por estas horas no para de recibir llamados de empresarios, intendentes y demás funcionarios para saber cómo será el panorama de la obra pública el año que viene. "Todavía no sabemos ni siquiera en dónde vendrá el recorte. Hasta no saber eso no podremos saber el alcance", agregó.
La situación se propaga en casi todas las provincias que tienen proyectos de obra pública financiada con recursos del Estado Nacional como también con recursos propios. Por ejemplo, el ministro de Infraestructura de la provincia de Buenos Aires, Roberto Gigante, es uno de los que más espera las definiciones de Nación. Si bien le corresponden $65.000 millones por el Fondo del Conurbano, que se actualizó el año pasado después de varios años de disputas, todavía no sabe si tendrá que destinarlos para cubrir obras en otras partes de las provincias como deslizó por estos días el ministro de Interior, Obra Pública y Vivienda, Rogelio Frigerio. En el entorno del ministro nacional sostienen que hubo una confusión con la situación de Edenor, Edesur y Aysa, y que no habrá modificaciones.
La gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal.
La cuestión central es que por ahora, en el entorno de Vidal no tiene precisiones sobre si ese dinero tendrá que ser destinado para compensar obras en diferentes partes de la provincia, incluso las más alejadas del tercer cordón del conurbano.
Por qué Vidal fue una de las más beneficiadas con el Pacto Fiscal
Por ahora, desde la Casa Rosada no se comunicaron con ningún funcionario de las 23 provincias y de la Ciudad de Buenos Aires para darles los parámetros de cómo vendrá la obra pública. Esa situación hace que ya varios vayan previendo que los respectivos presupuestos provinciales se tratarían al filo del cierre de año. Normalmente, por estas épocas del año en Nación comienzan a realizar todos los trabajos ministerio por ministerio para saber cuanto será el gasto proyectado por cada dependencia. Sin embargo, según pudo saber Big Bang, esos "peineos" todavía no comenzaron. Salvo contadas excepciones en temas programados, como es el caso de la reducción de los subsidios en las tarifas y en el transporte, las demás erogaciones son analizadas una por una.
El ministro de Infraestructura, Roberto Gigante, junto al jefe de Gabinete, Federico Salvai.
El recorte que anunció la semana pasada el ministro de Hacienda, Nicolas Dujovne, en las cuestiones administrativas y en la "política" además le volvió a dar una razón a los funcionarios provinciales para suponer que el recorte en 2019 será por el lado de la obra pública. "Se cortaron todos los gastos superfluos de la administración, pero nada de obra pública para este año. El recorte vendrá para el próximo seguro", analizó un funcionario provincial de una de las provincias del Norte.
Congelamiento de nombramientos, recortes en cuestiones de privilegios de la gestión y eliminación de sueldos diferenciales en los organismos descentralizados con respecto a la administración central son los caballos de guerra con los que Dujovne anunció que reducirá $20.000 millones.
Exclusivo: la propuesta secreta de Pichetto, en medio de la discusión por las tarifas
En Buenos Aires la situación tiene además un condimento extra otorgado por el peronismo. La transferencia de Aysa que busca impulsar el jefe de la bancada peronista en el Senado, Miguel Ángel Pichetto, representaría $15.000 millones en obras de cloacas y agua potable que tendrían que afrontar la Ciudad y la provincia. De esa cifra, $3.000 se encuentra afectada a cuestiones del ACUMAR, por lo que cuenta con un crédito internacional aprobado y en marcha. Los restantes $12.000 son para obras netamente en territorio bonaerense. Solamente por ese ítem se tendría que destinar 1/6 del Fondo del Conurbano.