por Lucas Morando
26 Enero de 2016 17:49El Gobierno de Mauricio Macri todavía no arrancó. Fue en realidad todo una prueba para calentar los motores para lo que viene: ajustar las tarifas, contener la inflación, negociar con los buitres y modificar ganancias.
El verdadero inicio de su Presidencia es a partir del lunes que viene, pasado el mediodía, cuando su Ministerio de Energía y Minería, Juan José Aranguren (ex CEO de Shell) anuncie el primer “ajuste” de la gestión, el que más preocupa a muchos sectores de la clase media. Ese día el macrismo sepultará los gestos, las chicanas política y barrerá con “el “enamoramiento” de cierto sector de la sociedad para desplomarse de lleno en la arena de la política argentina. Y ahí hay que verlos.
Aranguren, según el plan que tejían ayer en la Rosada, va a anunciar en el ministerio de Economía -nunca en la Casa de Rosada, que queda para las buenas noticias- que se triplica las tarifas de luz. El mismo destino correrán el agua y el gas. El objetivo, a mediano plazo, es llevarlas a un coeficiente razonable para los cálculos del Gobierno: deben multiplicarse al menos por diez.
Macri en Córdoba.
El golpe a la economía doméstica llega en marzo, con la primera boleta con el aumento efectivo. La grieta también está en el bolsillo: algunos dirán que un aumento de al menos $ 100 en la luz para los hogares que menos pagan no es nada, que es lo lógico por el atraso tarifario, porque la luz “está regalada”. Otros, que empezó el ajuste que tanto sospechaban. Ninguno de los dos tiene razón. O al menos, cada uno de esos argumento significa mirar sólo un pedacito de la realidad.
Gestos de marzo
Marzo será también un mes cargado de símbolos. Es posible que la primera semana del mes, Macri viaje -en AlItalia, claro- al Vaticano. El Presidente negocia desde hace semanas una audiencia privada con el Papa Francisco. No improvisará -como lo hizo Cristina Kirchner- una viaje a último momento a la región para encontrarse a las corridas con el Papa. Macri viajará a Roma sólo para verlo a Francisco. Por estas horas Santiago De Estrada, el más veterano de sus funcionarios (tiene 80 años y es Secretario de Culto), negocia con Roma las condiciones del encuentro en la residencia de Santa Marta. Francisco estará en México entre el 12 y el 17 de Febrero, pero el encuentro ambos sería recién dos semanas después.
Macri visitará a Francisco en marzo.
Tanto simbolismo no va a alcanzar para evitar más malas noticias. Los técnicos del ministerio de Transporte exprimen por estas horas las fórmulas de una hoja de cálculos con la modificación del costo del pasaje de colectivo y el del tren. La idea es triplicar el último, hoy en $ 1,10, “similar al precio de dos caramelo de menta”, reflejan desde el ejecutivo.
Lo llevarían a unos $ 3 pero con un beneficio “social” para que aquellos que lo necesiten y compulsivamente puedan demostrar que tienen bajos recursos. El colectivo debería correr una suerte similar en las próximas semanas.
Ganancias es sin dudas otro de los principales reclamos de un sector importante de la sociedad. Ayer Macri anunció desde Córdoba que cuando comience a funcionar el Congreso, a partir del 1 de marzo, mandará un proyecto de Ley con una modificación jugosa del esquema tributario. Dejó dos dudas: de cuánto será y en qué momento de marzo lo hará. "La modificación viene cuando arranquen las sesiones ordinarias del Congreso, estamos trabajando en eso", sostuvo el jefe de Estado en Córdoba, en una conferencia de prensa junto al gobernador Juan Schiaretti.
Personal
En el plano personal, el Presidente sigue dolorido por la fisura en la costilla, pero al menos en la Casa Rosada no se percibe una merma en su agenda. Cuando no está de viaje, los funcionarios entran y salen de su despacho en el primer piso de La Rosada, incluso en contra de las recomendaciones del médico Presidencial, Marcelo Ballesteros, que atraviesa los últimos días de su cargo. Quizá la desobediencia de Macri responde a que, precisamente, en los próximos anunciarán su reemplazo.
El presidente, Massa y otros funcionarios en Davos, la semana pasada.
Los dolores de Macri y el inminente ajuste de las tarifas -claramente desactualizadas-, se conjugan con cuestiones de menor peso en la cotidianeidad presidencial. Ayer, uno de los hombres más cercanos al Presidente tenía sobre su despacho un análisis de la composición de mozos que trabajan en La Rosada. Detectó una inequidad imposible de justificar: asesores de menor rango contaban con más cantidad de mozos por turno a disposición que el propio Presidente. En los próximos días, los reasignará para que el café llegue a tiempo a todos los despachos.
Al déficit de mozos macrista y las reiteradas quejas del propio Presidente sobre la necesidad de reacomodar su despacho para que sea más luminoso se suma la inminente designación de nuevas autoridades en Casa Militar, la dependencia que controla la seguridad Presidencial.
Asumirá “Jean Pierre”, un coqueto militar que coordinará la seguridad de Macri. En uno de los primeros informes que ordenó preparar antes de ser nombrado ya detectó una fuga. La inquieta vocación de Mauricio por pilotear el helicóptero presidencial. El líder del PRO tomó clases, pero nadie cree que ya esté capacitado para hacer volar sin peligro el Sikorsky BlackHawk, el helicóptero que lo lleva y trae de su quinta Los Abrojos a la sede del Gobierno. Macri cree todo lo contrario.