Será, acaso, el presidente más efímero de la historia, pero quien podrá quitarle a Federico Pinedo las mieles de esas 12 horas en las que se vestirá de primer mandatario hasta que le entregue los atributos a Mauricio Macri.
Pinedo tendrá el honor de entregarle los atributos a Macri.
“Yo voy a ser presidente a las 00.01 del jueves 10 de diciembre”, repetía ante quien lo quisiera oír. Sin embargo, más allá del honor que reviste la tarea que le toca, Pinedo reconoce que le “hubiera gustado” que la jefa de Estado, Cristina Kirchner, estuviera en la ceremonia de traspaso, al tiempo que lamentó que “no estén los dos presidentes juntos en un acto democrático por excelencia”.
“En una democracia, la ceremonia significa que las personas no actúan por sí sino por el pueblo al que representan, al pueblo que votó”, expresó, para luego agregar que “estos temas protocolares se curan con cordialidad, pero esta vez esto falló”.
SU CARRERA POLÍTICA
Corría el año 1972 cuando Pinedo se inició en la política de la mano del partido Nueva Fuerza que por entonces lideraba Álvaro Alsogaray.
Pinedo se inició políticamente junto a Álvaro Alsogaray.
Sin embargo, tuvo que esperar 15 años para su primer cargo público, cuando resultó electo concejal de la Capital Federal por la Alianza UCeDé-Partido Demócrata.
Cuatro años más tarde, en 1991, fue nombrado Inspector General de la Ciudad de Buenos Aires, bajo el gobierno de Carlos Grosso, gestión durante la cual estuvo apuntado por concesión irregular de la explotación del Campo Muicipal de Golf y del Velódromo a la empresa Asesores Empresarios S.A., considerada una firma fantasma y cuyos socios estaban vinculados al por entonces secretario de la presidencia, Alberto Kohan.
En el 91 fue Inspector General de la Ciudad bajo la intendencia de Carlos Grosso.
En 1993 se afilió al Partido Demócrata de la Capital Federal, y ese mismo año se presentó como primer candidato por la UCeDé para las estatuyentes de Buenos Aires apoyando la candidatura de Gustavo Béliz y Domingo Cavallo a diputados nacionales.
En el 93 apoyó la candidatura de Cavallo a diputado.
Entre 1994 y 1996 fue presidente del Partido Demócrata de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, espacio político que en agosto de 2001 abandona la alianza con Cavallo para incorporarse a la Alianza del Centro (Nueva Dirigencia) liderada por Béliz.
En 2001 se incorpora a Nueva Dirigencia, el espacio de Gustavo Béliz.
Con el estallido de la crisis y la salida de De la Rúa, se dedicó a trabajar junto a Ricardo López Murphy.
Tras la crisis de 2001, trabajó con López Murphy.
LA LLEGADA AL PRO
Su primer acercamiento a Macri fue en 2003, cuando para las elecciones a diputados nacionales por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires figuró en el quinto lugar de la lista de Compromiso para el Cambio, el partido del futuro presidente, y resultó electo hasta el 2007, año en que se presentó en primer lugar de las listas por la diputación de la Ciudad de Buenos Aires por el PRO, consiguiendo la reelección y afianzándose como el líder de su bancada en el Congreso Nacional, y uno de los referentes del partido.
Pinedo empezó su relación con Macri en 2003, cuando Mauricio se iniciaba en política.
En 2011 se presentó como primer candidato a diputado nacional por el PRO, que decidió no llevar candidato a presidente, y obtuvo alrededor del 16% de los votos, quedando detrás de la lista del Frente para la Victoria que encabezaba el ex viceministro de Economía, Roberto Feletti.
En 2011 fue candidato a diputado y fue segundo detrás de Roberto Feletti.
Durante su paso por la Cámara Baja votó contra la ley que declara la expropiación del 51% del capital accionario de YPF en manos de Repsol y también en contra de la Ley de Fertilización Asistida, entre otras recordadas normas.