En su visita a los talleres ferroviarios de Lavallol el jueves pasado, Mauricio Macri se tomó unos segundos en medio del anuncio sobre el plan de obras para la Red Metropolitana de trenes. “Nos tienen que ayudar en la discusión del Presupuesto para que bajemos el gasto y aumentemos la inversión", exclamó frente al micrófono.
El Presidente espera un gesto de la oposición para aprobar el proyecto.
El mensaje tenía como destinatario a los bloques de la oposición de la Cámara de Diputados, que hoy recibirán al ministro de Hacienda Alfonso Prat Gay, quien presentará el presupuesto 2017 y dará las explicaciones sobre la estimación de gastos e ingresos del Estado para el próximo año.
Se trata del primer presupuesto del macrismo, y el primero en 12 años que no cuenta con ADN kirchnerista. Estos números garantizan la gobernabilidad de una gestión, por lo que su aprobación - debe obtener mayoría simple - resulta de vital importancia para las aspiraciones de la Casa Rosada y el Gobierno sabe que está cerca de lograrlo.
El martes Prat Gay discutió con legisladores nacionales los alcances del Presupuesto que prevé un dólar a 18 pesos, una inflación del 18% y una estimación de crecimiento del 3,5 del PBI, tal como anunció el propio Presidente en el Foro de Negocios e Inversión. El encuentro dejó diversas definiciones.
Prat Gay explicó los alcances del Presupuesto junto a legisladores.
La primera de ellas es la ardua discusión que se avizora con gobernadores peronistas y sus representantes en el Congreso. Los mandatarios provinciales reclaman una modificación a la Ley de Responsabilidad Fiscal de forma tal que puedan tomar deuda sin el permiso del Estado.
Algunos de los gobernadores presentes en el Foro de Negocios e Inversión.
Hasta el momento el Estado autoriza a las provincias a acceder a créditos internacionales o tomar deuda sólo se esos fondos se traducirán luego en obras de infraestructura. El macrismo teme que de autorizar esta medida, los jefes provinciales tomen deuda para afrontar gastos corrientes como el pago de salarios.
Por otra parte la negociación con el Frente Renovador, de Sergio Massa, será áspera. El espacio del ex candidato presidencial, cuya mayoría de representantes se concentra en la Provincia de Buenos Aires, reclama la puesta en marcha inmediata de los cambios en el impuesto a las Ganancias. Los tiempos del Gobierno no son los mismos que los del FR.
Las expectativas del Gobierno son buenas. Creen que el Frente Para la Victoria acompañará el Presupuesto y que, a pesar de las dificultades con el Frente Renovador, llegarán a un acuerdo con el espacio de Massa. Claro está que algo tendrá que ceder. La discusión comenzará mañana al mediodía.