El Gobierno busca bajarle el tono al coronavirus como consecuencia del revuelo mediático que generó el primer caso de un argentino infectado, que es también el primero que se registra de un latinoamericano, y busca centrarse en el combate con otras enfermedades que pueden llegar a generar problemas inmediatos en el país. Una de ellas, por ejemplo, es el dengue.
Recién llegado de su segunda gira internacional, el presidente Alberto Fernández convocó a una reunión con algunos de los miembros del gabinete, entre ellos el Canciller, Felipe Solá, y el ministro de Salud, Ginés González García, para buscar la forma de llevar tranquilidad y evitar la paranoia.
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Es que en la Casa Rosada hay cierto enojo con los medios de comunicación por el temor que, sostienen, están generando ante una enfermedad que en principio no implica un riesgo inminente en el país. “El problema que tenemos es con el dengue, ahí tenemos que concientizar porque hay 71 casos ya oficiales”, le dijo a BigBang uno de los presentes de ese encuentro.
“Estamos muy lejos y no hay vuelos directos. No hay restricción para viajar a esa zona, pero si recomendamos evitarla”, manifestó el ministro de Salud a la salida del encuentro en donde sostuvo que por protocolo internacional tienen prohibido dar la identidad del argentino que se contagió del Coronavirus. “Cuando le den el alta ya va a estar curado, así que no va a ser un problema cuando regrese”, agregó. “Estamos lejos de un contagio por coronavirus hay que trabajar con la sociedades científicas para poder determinar las conductas a seguir y detener el bombardeo mediático que muchas veces es muy contradictorio", remarcó.
Durante la gira internacional el Canciller estuvo siempre en contacto permanente con el titular de la cartera de Salud para saber las novedades del tema. “La reunión fue para que todos tengamos la misma información y poder actuar en sintonía”, agregó otra fuente gubernamental. La preocupación por el dengue se debe a que en Paraguay hay un brote con 2.600 casos en lo que va del año; por lo que la cercanía y el clima de verano que ayuda a la reproducción del mosquito se convirtió en un tema clave para el Gobierno.