El fiscal general de San Isidro, Julio César Novo, fue procesado hoy como culpable de encubrir narcotraficantes que operaban en la zona norte del conurbano bonaerense.
Novo estaba a cargo de 40 fiscalías en los partidos del norte del Gran Buenos Aires y había sido suspendido en sus funciones en noviembre de 2015 por la Suprema Corte bonaerense junto a sus adjuntos Rodrigo Fernando Caro y Eduardo Marcelo Vaiani.
Ahora la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado decidió procesarlos a todos en la causa en la que estaba acusado de otorgar protección judicial a una banda de narcotraficantes colombianos vinculada con los asesinatos cometidos en 2008 y 2009, el más paradigmático el del Unicenter. Por el mismo delito fueron procesadas las sus secretarias Melisa Rey y Mariana Busse.
La causa había sido iniciada por el fiscal de San Fernando, Luis Angelini, que investigaba el doble crimen de dos colombianos: Héctor Edilson Duque Ceballos, alias "Monoteto", y Jorge Quintero Gartner, ocurridos en julio de 2008 en Unicenter.
La causa abierta contra Novo es la 3468 y apunta a la participación que tuvo Novo en casos resonantes como los crímenes de Unicenter, San Fernando y General Rodríguez, el tráfico de efedrina, la detención del narco colombiano “Mi Sangre” y el lavado de dinero en barrios privados de Tigre.
Novo había sido denunciado por la diputada de Cambiemos , Elisa Carrió. La jefa de la Coalición Cívica fue una de las primeras que salió a festejar el fallo de Arroyo Salgado, a través de Twitter.
Carrió había denunciado en su pedido de juicio político, de 2010, que Novo "no sólo no brindó el apoyo mínimo necesario para el éxito de pesquisas de esa complejidad, ni impulsó los actos procesales de su competencia, sino que los fiscales a cargo de la investigación, sufrieron innumerables situaciones de abuso de poder y obstrucción de su labor, por parte de sus superiores jerárquicos".
Según publicó el diario PERFIL, el objetivo de Novo y sus funcionarios de confianza habría sido que el fiscal Luis Angelini, que investigaba desde 2008 los crímenes de tres colombianos, no pudiera conectar los asesinatos con el cartel. Angelini encontró una conexión de los supuestos sicarios con el argentino Gustavo Juliá, dueño de una empresa de aviones privados.
De Novo dependían 40 fiscalías de zona norte. Carrió lo vincula con Massa.
Todavía no había estallado el escándalo que vincularía a Juliá con el tráfico de cocaína. En enero de 2011, él y su hermano cayeron presos en España intentando ingresar casi una tonelada de droga en uno de sus aviones.