11 Julio de 2018 06:45
En plena cumbre en la Rosada del Ejecutivo con gobernadores radicales, Lilita Carrió compartió una foto comiendo un "bife de chorizo" y luego intentó limpiar su imagen demostrando que dejó $100 de propina. Aunque, de todos modos, no se conoció del gasto como para comprobar si el porcentaje era el adecuado.
La diputada y su bife de chorizo.
Mientras Mauricio Macri cenaba con parte de su gabinete, gobernadores radicales y legisladores de esa fuerza, la diputada posteó una sugerente foto comiendo un bife de chorizo con dedicatoria a Marcos Peña y Raúl Negri, jede del bloque Cambiemos en Diputados. "Qué chistoso este bife de chorizo", escribió y los arrobó.
Cabe recordar que horas antes, el jefe de Gabinete había cuestionado algunos dichos de la diputada: "Creo que lo más importante es que tenemos que ser muy respetuosos del otro, hay que tener cuidado de no herir susceptibilidades, de decir cosas que por más que se entienda que pueden ser chistes o otras cosas pueden llegar a herir".
Para disipar cualquier duda o mala interpretación, sumó a su tweet una nota periodísticas que informaba sobre la cumbre en Casa Rosada entre radicales y autoridades del Gobierno para analizar el Presupuesto. El chiste surge luego de los cruces que mantuvo con la UCR luego de que Lilita chicanee con que "manejaba" a los radicales desde afuera.
Pero eso no es todo. También la diputada publicó una foto en la que muestra que deja como propina un billete de $100 en un restaurante.
Su jugada en las redes fue un intento de reivindicación, luego de dejar sólo $5 de propina a un mozo de una confitería de La Plata.
La diputada sonríe para la foto y muestra el billete, pero no se llega a saber cuál fue el valor de la cuenta. Según lo que se establece, el porcentaje de propina corresponde al 10% del total del gasto, por lo que si esta vez Lilita hizo bien los cálculos debió abonar 1000 pesos por su bife, su ensalada, un agua y lo que consumió su compañero.
El fotógrafo de Lilita.
Quizás pueda considerarse caro por tratarse de dos personas, pero en realidad eran tres. En el reflejo del espejo se lo puede ver en una de las imágenes. Habrá que evaluar si también el fotógrafo que los acompañó consumió algún menú.