Un centenar de empleados legislativos tomaron esta mañana uno de los principales salones del Congreso de la Nación y denunciaron “inminentes despidos masivos”, sobre todo en la Cámara baja.
Los sindicalistas nucleados en APL (asociación del Personal legislativo) llevan a delante la medida de protesta con banderas y bombos.
Según el gremio, las nuevas autoridades tendrían a la firma la destitución de al menos unos 3000 empleados y ante esa posibilidad, los delegados ocuparon el salón de los Pasos Perdidos, donde realizan la manifestación.
El personal del gremio legislativo se prepara con una toma para evitar posibles despidos.
Por otra parte, dejaron trascender que las nuevas autoridades parlamentarias, que asumieron hace pocos días, darían marcha atrás con cargos, nombramientos y recategorizaciones, realizadas por la administración anterior antes de dejar el poder. La maniobra, en diputados, estuvo a cargo de su titular, Julián Domínguez.
Los delegados y trabajadores de APL quieren mantener sus privilegios.
En los últimos dos meses, miles de empleados, allegados y militantes fueron nombrados o contratados en el Congreso, aprovechando los últimos días de la administración Kirchner. Las nuevas autoridades ya habían señalado que la planta de personal que habían encontrado era por demás excesiva y que sería revisado caso por caso.
Mientras el conflicto es por lo ocurrido en la Cámara de Diputados, algo parecido ocurrirá cuando sea auditado el
personal nombrado por Amado Boudou, en el Senado.
Los delegados anticiparon que una situación similar se dará en el Senado, cuando el macrismo termine de delinear la estructura de la Cámara alta, esta semana. Allí, la gestión del ex vicepresidente Amado Boudou, también se habría excedido en cuanto a los nombramientos.