08 Diciembre de 2016 10:20
A 38 kilómetros de la capital de Córdoba, en la hostería del country Potrerillo de Larreta, Mauricio Macri espera tener unos días de relax y descanso, después de una semana política complicada en el Congreso.
Pobladores de Alta Gracia se manifiestan contra el country donde descansa Macri.
El Presidente viajó junto a su familia a Alta Gracia, procedente de Mendoza, donde por la mañana había encabezado el acto de reinauguración del aeropuerto internacional El Plumerillo.
Las actuales tierras del Resort & Country Club El Potrerillo de Larreta, en la provincia de Córdoba, eran parte de la Estancia Jesuítica de Alta Gracia, un establecimiento agro-industrial que sirvió de sostén económico para los jesuitas.
Según informó el director del semanario Sumario de Alta Gracia, Jorge Conalbi, para hoy está prevista una protesta de agrupaciones vecinales contra el Presidente de la Nación.
Hoy declarada Patrimonio Mundial por la Unesco, la estancia donde Macri descansa junto a Juliana Awada y su hija Antonia fue adquirida por sucesivos propietarios hasta que uno de ellos decidió lotear las tierras que rodeaban el casco central.
Sofia Gatica, una de las activistas ambientales que participa del reclamo.
Resultó el punto de partida para la fundación de la ciudad de Alta Gracia y el nacimiento de El Potrerillo. El escritor y diplomático Enrique Rodríguez Larreta -miembro de una familia de fortuna y casado con Josefina Anchorena, integrante de otra familia emblemática de la Argentina-, compró el campo El Potrerillo en 1918 y un par de años más tarde comenzó a construir la casa principal, en dos plantas de estilo colonial español. Hacia 1924, ya estaba concluida, tal cual se la ve hoy, con su portal imponente y su fuente.
La estancia, que pertenecía a los jesuitas, hoy tiene 18 hoyos de golf.
El arquitecto Ignacio Zuberbuhler, nieto de Larreta, heredó estas tierras -a pocos minutos del aeropuerto internacional de Córdoba si se aborda el helicóptero privado del resort- y en 1995, junto con sus hijos, puso en marcha la idea de transformar la propiedad en un resort y un country club. El proyecto incluyó un campo de golf de 18 hoyos que recorre arroyos y morros, pensado para todo nivel de jugadores.
Una experiencia muy recomendable es alojarse en el casco de la estancia, que guarda el espíritu de don Enrique, autor de la novela histórica “La Gloria de Don Ramiro”, un auténtico best seller en los inicios del siglo pasado. La casona atesora libros, cuadros, muebles y adornos que todavía siguen en su sitio.
La estancia cuenta con habitaciones estándar, superior, suite y departamentos; un restaurant de alta categoría con platos gourmet y caseros, con una "extensa variedad de vinos argentinos", según se detalla en la página web del lugar.
El presidente y su familia permanecerían en Potrerillo de Larreta hasta el domingo próximo.