Desde que el Gobierno español anunció el viaje de Mauricio Macri al país ibérico, la prensa europea no hizo más que arengar el Boca-River que protagonizarían la primera dama argentina con la reina Letizia, también conocida por su coquetería extrema.
El matrimonio presidencial junto con los reyes de España.
Después de que la prestigiosa revista Vogue catalogara a Juliana Awada como la “Jackie Kennedy moderna”, elevó la vara y la exposición internacional de la morocha, que causa revuelo cada vez que acompaña a su marido por sus giras internacionales.
Duelo de coquetas: los medios españoles están pendientes de sus looks.
El primer round Juliana-Letizia tuvo lugar este mediodía, cuando los reyes le dieron la bienvenida al matrimonio presidencial argentino en el Palacio Real. ¿El detalle? Macri y Awada sólo recibieron una notificación de vestuario para la gala de la noche, por lo que para su primer encuentro oficial debían guiarse por el “sentido común” y las normas básicas del protocolo.
Igualitas: el mismo tono, el mismo estilo de maquillaje y peinados similares.
Y, claro, algo no salió bien. Tanto Awada como Leticia eligieron el tono “rosa pastel” para su look. Mientras que la reina apostó por un sobrio conjunto de saco, camisa y pollera; la primera dama optó por un vestido y un tapado, con un aplique de piel.
Difícil distinguirlas.
¿El detalle con el que se destacó la argentina? Al igual que durante la asunción de su marido, la mamá de Antonia lució un vestido con un escote camuflado con transparencias y bordados, lo que rejuveneció muchísimo el atuendo. Y la “rockeó” con unas sandalias con tachas y taco alto, mientras que la monarca debió quedarse con los clásicos stilettos de cuero a tono.
El relajado look con el que la primera dama aterrizó en Madrid.
Pese a las sutiles diferencias, la multitud tuvo que esforzarse para poder distinguirlas. Ambas apostaron por el pelo recogido, decidieron no llevar sombrero y se destacaron con un maquillaje intenso en los ojos y relajado en los labios.
Para la gala de esta noche, Macri deberá ir de frac y Awada lucir un vestido largo.
Sólo los expertos en protocolo hubieran podido identificar a la reina por su pequeña cartera, elemento que está prohibido para las visitas reales dado que el saludo a la nobleza debe hacerse siempre con las manos vacías.