A las causas judiciales abiertas en nuestro país, que derivaron en su detención días atrás, Julio De Vido ahora le sumó otro frente: los documentos del caso Lava Jato, en Brasil, donde supuesatamente aparece en una posición comprometida.
De Vido, también complicado por los documentos del Lava Jato
En los papers, revelados hoy por Hugo Alconada Mon en La Nación, la mano derecha del ex ministro, Roberto Baratta -también actualmente detenido- es otro de los implicados en negociados oscuros con la empresa brasileña Odebrecht, con el empresario Jorge "Corcho" Rodríguez actuando como nexo.
Así, en su declaración frente a la Justicia, Luiz Antonio Mameri (máximo ejecutivo de Odebrecht para América Latina) señaló que el ejecutivo de mayor rango de la empresa en la Argentina, Rodney Rodrigues, "fue abordado por un empresario argentino llamado Jorge Rodríguez, que se presentaba como interlocutor de Roberto Baratta".
Baratta también fue detenido la semana pasada.
El contacto se habría dado en el marco del contrato para el soterramiento del tren Sarmiento, donde se habrían registrado coimas por al menos 3,3 millones de dólares.
Según Mameri, Rodríguez planteó que, con cada pago liberado de una factura, el consorcio del Sarmiento pagara "valores indebidos en cuentas por él indicadas", remarcando "que esta era la única forma de priorizar los pagos al consorcio por los servicios ya prestados".
Reuniones y coimas
Mientras tanto, De Vido aparece mencionado por Marcio Faría, colaborador de Mameri, como protagonista de dos reuniones para definir un proyecto de extensión de las redes troncales de gas, y -además- como receptor de sobornos por una operatoria de Electroingeniería con Transener.
Faría además involucró al por entonces presidente de la Cámara Argentina de Construcción, Carlos Wagner, en la trama. De acuerdo a él, el empresario "demandaba el pago de coimas a agentes públicos miembros del gobierno federal".
De acuerdo al representante de Odebrecht, en este punto De Vido "siempre demostraba satisfacción con el desarrollo de los contratos" aunque al mismo tiempo "nunca tocaba el asunto de la coima".
Al mismo tiempo, otros dos "arrepentidos" del Lava Jato (Néstor Cerveró, ex director del área internacional de la petrolera Petrobras, y el lobbista Fernando Soares) aseguraron que el ex ministro de Planificación y su asesor, Roberto Dromi, cobraron sobornos por la venta de Transener a Electroingeniería.