Una vez que la cámara de Diputados apruebe su desafuero, Julio De Vido, el ex superministro de Planificación -el más poderoso de la era K- será detenido en la puerta de su departamento en Av. Libertador y Coronel Díaz.
De Vido, preso. Impensado tiempo atrás.
Se tratará de una foto histórica - impensada tiempo atrás - que marcará tan sólo el inicio de un proceso judicial arduo para el ex ministro de Planificación que desde esta noche dormirá, según confirmaron a BigBang fuentes oficiales, en la Alcaidía de Comodoro Py. No se sabe si lo llevarán al penal de Ezeiza, el mismo donde se alojan ex funcionarios como Ricardo Jaime y José López, o a Marcos Paz, donde está Roberto Baratta.
En estos momentos la Policía Federal prepara la detención del ex ministro que incluirá dos autos, una camioneta, 25 efectivos y los elementos que De Vido más rechaza: chaleco, casco y campera con las siglas PFA.
De Vido y López, antes, en la función pública. Hoy, en la prisión de Ezeiza.
Una versión es que una vez que la Policía Federal lo detenga, De Vido, sería trasladado de inmediato al Complejo Penitenciario N°1 de Ezeiza. Allí se le realizaría, en primer lugar, un estudio socio ambiental y psiquiátrico -como todos los reclusos- y se lo llevará a un calabozo, común y corriente, como el de cualquier otro preso, sin ningún privilegio.
El ex ministro quedaría alojado en el módulo 6, el mismo donde pasan sus días Lázaro Báez y Jaime, dos conocidos. Paradójicamente, De Vido podría cruzarse con un familiar: Claudio “Mono” Minnicelli, hermano de Alessandra, su esposa. Otra versión aseguró que su destino será Marcos Paz.
De Vido tiene un complejo frente judicial.
El ex ministro afronta un doble pedido de desafuero: uno por la causa Río Turbio, por la presunta defraudación de casi 280 millones de pesos en la mina de carbón de Río Turbio. Por este caso, el juez Rodríguez pidió su detención. El segundo responde a la causa por sobreprecios en la compra de gasoil al exterior, investigación que lleva adelante el juez Bonadio, quien procesó. Su frente judicial incluye la tragedia de Once, la compra de chatarra ferroviaria a España y Portugal, lavado de dinero en el direccionamiento de la obra pública en favor de Báez, entre otras.