El 2 de octubre se marcha, en diferentes puntos del país, en contra del veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario, que buscaba garantizar mayores recursos y ajustes salariales para las universidades públicas y ponerle un freno al feroz ajuste que lleva adelante Javier Milei.
En la capital del país, la manifestación se concentra frente al Congreso Nacional, donde participan distintos sindicatos, centros de estudiantes, graduados, jubilados y personas que no tuvieron la oportunidad de realizar estudios, pero defienden la enseñanza pública para vencer a la ignorancia.
Aunque la ley para financiar su educación pública fue aprobada en el Senado, el presidente Javier Milei anunció su veto, alegando que afectaba los objetivos de equilibrio fiscal de su gobierno. Desde la Casa Rosada trascendió que la censura será firmada esta misma noche, a pesar de que millones de argentinos marchan en contra. Por lo tanto, la decisión de respaldar o no el recorte presidencial a la educación superior volverá a quedar en manos del Congreso.
Fiel a su estilo provocador y autoritario, el libertario esperó hasta el último día para vetar la ley. Un día en que su pueblo se levanta contra su voluntad. Tanto en sus respectivas redes sociales como a través de su vocero, Manuel Adorni, aclaró que su decisión es el "veto total", el cual firmará en la noche del 2 de octubre, ya que el 3 se vence el plazo administrativo.
Una vez firmada la negación a dicho financiamiento, la decisión será publicada en el Boletín Oficial. De ser así, el Congreso tendrá la posibilidad de ratificar la ley si logra una mayoría de dos tercios en ambas cámaras; algo que los organizadores de la movilización, incluidas las universidades y gremios docentes, buscan lograr mediante la presión popular, ya que saben que no cuentan con tocar las fibras sentimentales del presidente, quien desde un principio aclaró su visión de negocios en los aspectos educativos y de salud.
La discusión del presupuesto para 2025 será clave en los próximos días, ya que el Gobierno ha propuesto un presupuesto considerado insuficiente por las universidades, lo que podría agravar la crisis en la educación pública. El peso cae nuevamente en los funcionarios radicales, ya que la oposición no dialoguista dejó en claro que apoya la manifestación del pueblo. Con este panorama, la situación es realmente complicada, ya que en reiteradas ocasiones, los radicales tendieron la mano a los libertarios, mientras los argentinos rogaban por su economía.
Tan sólo un mes atrás, los jubilados vivían en primera persona las pujas del poder. Con el voto a favor del radicalismo, el Congreso aprobó la ley que recompone el recorte de 8,1 por ciento de Milei contra los jubilados. Luego el presidente la vetó de manera total y, a pesar de las movilizaciones, represiones y repudios, el oficialismo con apoyo del radicalismo bloquearon los dos tercios necesarios para hacer caer esa medida.
Mientras Javier Milei se encuentra en su lujoso aposento twitteando en contra de quienes luchan por sus derechos, cientos de argentinos, en diferentes puntos geográficos del país, alzan su bandera en defensa de la universidad pública: "Que nerviosos están todes (como les gusta decir), Se les está cortando el curro a todes", escribió Gabriel Anello, periodista deportivo, en su cuenta personal de X, quien recibió el aval del mandatario.