por Agustin Gulman
16 Abril de 2019 12:50El escándalo judicial que salpica a empresarios, abogados, periodistas y políticos sumó ayer un nuevo testimonio explosivo que podría ser clave: Giselle Robles, la ex abogada de Leonardo Fariña, se presentó como testigo ante el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, para aportar copias de mails que probarían que el testimonio como arrepentido de su ex defendido en la Ruta del Dinero K fue guionado por una abogada que trabajaba para los servicios de inteligencia con el objetivo de que hablara sobre la obra pública para involucrar a ex funcionarios en una causa que originalmente investigaba lavado de dinero.
El testimonio de Robles podría abrir una nueva línea de investigación en el juzgado de la calle Buenos Aires al 100 en la ciudad de Dolores. La abogada fue mencionada por el ex espía de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Hugo “Rolo” Barreiro, quien se encuentra detenido desde el 29 de marzo y que el viernes fue procesado por integrar la asociación ilícita que se dedicaba a espiar de manera ilegal, extorsionar y coaccionar que lidera el falso abogado Marcelo D'Alessio.
En su extensa indagatoria - duró más de 16 horas y tuvo dos cuartos intermedios -, Barreiro mencionó que D'Alessio le había pedido que rastreara el auto Audi A1 que manejaba Robles y que supuestamente la abogada había recibido como parte de pago por su defensa a Fariña. BigBang accedió a la indagatoria del ex espía, que entre otras cuestiones asegura: “D'Alessio me preguntó a mí si yo podía conseguir alguien para buscar ese auto, yo le dije que no tenía a nadie que se ocupara de eso”.
En efecto, la propia Robles reveló días atrás que había sufrido una serie de episodios extraños luego de renunciar a la defensa de Fariña, desde seguimientos hasta una ocasión en la que dejó el auto estacionado en un garaje del barrio de Caballito y desconocidos intentaron llevárselo del lugar diciendo que habían perdido el ticket. Curiosamente, eso ocurrió una tarde que la abogada tenía previsto encontrarse por primera vez con un potencial cliente llamado Marcelo Sebastián D'Alessio en una confitería ubicada en la esquina de Pedro Goyena y Puan.
Robles relató a BigBang que ese episodio ocurrió en marzo de 2018. “Quedamos en encontrarnos con D'Alessio y me canceló después de que yo le dijera dónde podía estacionar el auto, que es donde yo había dejado el mío. Yo ese día no había ido con el Audi”, recordó. “No sé si querían espiarme, plantarme droga... Pienso que tenía que ver con acallarme e inventarme una denuncia grave para poder seguir investigando mi teléfono y lograr una intervención”, agregó.
¿UN GUION DIGNO DE UN OSCAR?
“¿Querían ficción? Yo les di ficción”. La frase, pronunciada por Leonardo Fariña en Intrusos en 2013, parece más actual que nunca.
La declaración de Robles ante Ramos Padilla podría tener un impacto aún mayor. Ante el magistrado de Dolores mostró mails y dejó la clave del correo electrónico [email protected], al que la abogada identificada por Robles como “G”, contratada por la AFI y que era experta en obra pública del por entonces Ministerio de Planificación enviaba lo que debía declarar Fariña ante la Justicia. Robles debía imprimir esos correos y dárselos al “arrepentido”, primero en la cárcel y luego en el departamento alquilado por U$S 1.500 al mes que dispuso el Ministerio de Justicia como parte del programa de protección a testigos del que forma parte, aún hoy, el ex marido de Karina Jelinek.
El diario Perfil reveló la semana pasada que el contenido de al menos siete correos electrónicos coincidía exactamente con lo que finalmente declaró Fariña ante el juez federal Sebastián Casanello, inclusive los errores de puntuación. Además, Robles aportó ayer un manuscrito de Fariña donde él le decía: “Fui utilizado por sectores de la inteligencia contra CFK”. Según detalló la abogada a este medio, el juez peritó su teléfono y certificó las casillas de mails de las que ella tenía contraseña. También le relató a Ramos Padilla los vínculos con agentes de inteligencia de los que le habló Fariña cuando todavía era su defensora.
Fariña es defendido desde 2017 por Rodrigo González, a quien D'Alessio presentaba como socio, pero que en verdad era su abogado hasta que estalló el escándalo en febrero pasado. Días atrás, González dijo que desconocía los correos electrónicos, pero afirmó que se escribieron con posterioridad a la ampliación de la indagatoria de Fariña presentada el 1° de agosto de 2016. Con las pruebas que aportó ayer Robles, esa teoría parece derrumbarse.