20 Noviembre de 2018 12:57
A Leo Grosso, diputado del Movimiento Evita, solo le bastó una foto en su cuenta de Instagram para sacarse un gran peso de encima. “Soy Marica y así elijo nombrarme”, escribió en la red social junto a la postal en la que se lo ve en medio de un gesto romántico junto a su pareja.
El diputado no eligió un día más para abrir su corazón: fue el sábado 17 de noviembre, Día de la Militancia, que coincidió este año con la Marcha del Orgullo LGBTIQ. “Como decía el compañero Carlos Jáuregui, 'en una sociedad que nos educa para la vergüenza, el orgullo es una respuesta política. Al closet no nos empujan nunca más, feliz día de la militancia”, agregó.
En declaraciones con “A los botes”, el ciclo radial que se emite por FutuRock FM, Grosso aseguró que se sacó “una mochila de encima” al salir del closet, tal y como lo describió. "Me saqué una mochila de encima y si algún pibe salió del closet a partir de esto, me pone contento. Pasé por un proceso hasta que decidí postearlo”, detalló el diputado.
Y sumó: “Echaron a dos pibes de una pizzería, metieron presa a una piba por darse un beso con la novia, taparon un mural... Eso me empujó a asumir lo que entiendo como una responsabilidad ocupando un lugar público. Tiene que ver con la pedagogía del amor y generar una acción que vaya en dirección contraria a lo que inculca este Gobierno, el fascismo y los antiderechos".
Según el legislador por Movimiento Evita, existe una relación “de poder desigual y discriminación” que todavía no está resuelta. “No sé cómo iba a ser el resultado de la campaña cuando fui elegido diputado si yo decía que era marica. ¿Cuántas personas en sectores políticos o sindicalistas pueden decir que son homosexuales? Pocos, más bien ninguno”, describió.
Y continuó: “Pero eso no significa que no los hay. Significa que, en la lógica de poder, resta. Es utilizado para ningunear posiciones. La política, todavía, no incorpora la cuestión. Sigue siendo refractaria a las diversidades. Salir del closet era una respuesta política a esa desigualdad de poder que existe al tener que dar o no explicaciones”.
A partir de su descargo, Grosso sostuvo que le llegaron miles de mensajes de “buena onda, de aliento y acompañamiento”, y aclaró que su publicación tuvo muy buenas repercusiones. “La pedagogía del amor funciona. Siempre están los que destilan odio y tratan de embarrar la cancha pero mis compañeros del Congreso y militancia me bancaron siempre”, dijo.
Y cerró: "Si algún pibe salió del closet a partir de esto, me pone contento. Costó postear. No fue una decisión de un día para el otro. Creo realmente que tenemos que construir una sociedad distinta y generar acciones con todo lo que tengamos que poner para lograrlo".