04 Septiembre de 2017 09:06
Luego de que Graciela Fernández Meijide revelara ayer parte del calvario que sufrió como madre de un desaparecido durante la última dictadura militar en la mesa de Mirtha Legrand, Juan Acosta le hizo una insólita pregunta.
Acosta aclaró su intercambio con Fernández Meijide.
"Yo fui muy amigo de Alejandro Urdapilleta. Su padre fue general. A mí él me juró que su padre no sabía nada de lo que sucedía, ¿usted cree que puedan haber existido militares que desconocieran lo que pasaba?", indagó.
"Me es muy difícil creer que haya militares que no lo supieran, porque había una sistematización", fue la respuesta de Fernández Meijide. "Había una organización nacional, estaba todo bajo el control de las Fuerzas Armadas: del Norte a Tierra del Fuego".
"No fue un cruce, yo la adoro y la admiro", le aclaró a BigBang Acosta sobre su intercambio con la ex funcionaria y senadora. "Le pregunté si sabía eso porque es lo que se decía en esa época. Yo sí creo que los militares sabían".
Y lo cierto que la historia personal del general Fernando Urdapilleta, la figura a quien se refirió el actor y humorista, respalda absolutamente esa impresión.
Una historia oscura
Alejandro Urdapilleta, el prestigioso actor del under porteño fallecido hace tres años, amigo cercano de Acosta- nació en Uruguay a pesar de que su familia era argentina.
El general Urdapilleta fue gobernador de Jujuy durante la dictadura.
Y esto sucedió de la mano de una circunstancia política: Fernando Urdapilleta, su padre, estaba exiliado en el país vecino luego de participar en 1951 del intento de golpe contra Juan Domingo Perón encabezado por el general Benjamín Menéndez.
Sin embargo, en los años '60 pudo regresar a Argentina y fue ascendido a General de Brigada, ocupando el cargo de Comandante de la II Brigada de Caballería Blindada.
Con la llegada de la dictadura militar de Jorge Rafael Videla, en 1976, Urdapilleta recibió un gran "premio": fue elegido como interventor en la provincia de Jujuy, posición que mantuvo hasta 1981.
Durante su gobierno, entre otros casos de desaparición forzada, ocurrió el tristemente célebre Apagón de Ledesma: entre el 20 y el 27 de julio de 1976, se provocaron una serie de cortes de suministro eléctrico en Libertador General San Martín, Calilegua y El Talar para facilitar el secuestro de más de 400 estudiantes, sindicalistas, obreros y militantes, con apoyo logístico del ingenio azucarero Ledesma, propiedad de Carlos Pedro Blaquier.
Urdapilleta jamás enfrentó un tribunal por su responsabilidad en estos crímenes. Como una muestra icónica de la persistencia de la impunidad, su retrato permaneció colgado en la Pinacoteca provincial de Jujuy hasta el 2008. En el 2013, falleció a los 89 años apenas tres meses antes de la muerte de su hijo.