María Remedios del Valle, más conocida como "La Madre de la Patria" nació a mediados del siglo XVIII en la provincia de Buenos Aires. Perteneciente a las clases populares, María Remedios también era una mujer negra, lo que le costó más de una vez la discriminación y la exclusión social. Es esta la prócer que se incluirá como figura en los billetes de 10 mil pesos que están prontos a imprimirse.
María Remedios del Valle es una de las pocas mujeres que luchó hombro a hombro con los soldados en las guerras de la Independencia que se fueron librando después de la concreción del primer gobierno patrio un 25 de mayo de 1810.
Lo curioso es que esta soldada, no sólo acompañó en la tarea de la lucha cuerpo a cuerpo sino que además se le sumaban tareas de cuidado: tenía dos hijos de los cuales se hacía cargo además de su esposo a quien ayudaba constantemente; ella, como muchas de las mujeres que se implicaron en las diferentes batallas también hacían de enfermeras y cocinaban para las tropas.
Una de las participaciones más importantes la tuvo en la llamada Expedición del Alto Perú. Allí se enfrentó a tropas enemigas con sus dos hijos y su marido.
💣Bombita. el Ejército del Norte que llegó hasta la Expedición del Alto Perú estaban comandadas por el general Manuel Belgrano
Así, Remedios del Valle participó combatiendo en frente de batalla y en la asistencia a soldados enfermos y heridos en las contiendas de Tucumán y Salta (1812 y 1813), que fueron victoriosas y en las de Vilcapugio y Ayohuma (1813) que resultaron derrotas.
Aunque durante mucho tiempo se quiso borrar el nombre de la guerrera de la historia argentina, con los estudios de género se pudo reconstruir el nombre de María Remedios y su personalidad. Además de ser una gran cuidadora y luchadora, se pudo constatar que era una gran estratega y que ayudó a planificar cada una de las contiendas.
La vida de María Remedios tuvo un tremendo quiebre cuando en la batalla de Huaqui perdió no solo a su esposo sino también a sus dos hijos con quienes luchaba asiduamente. Lejos de quebrarse, quedarse o amedrentarse, Remedios del Valle siguió su carrera para las batallas de en Tucumán y en Salta.
Allí fue que el general Manuel Belgrano la nombró como capitana por su valentía, por siempre tener un grito de aliento y por su predisposición a la liberación de la Patria.
Sin embargo, en las batallas en las que derrotaron al ejército, las de Vilcapugio y Ayohúma, la vida de María Remedios empezó a caer en picada. Luego de haber perdido en el campo de batalla, fue capturada por los realistas, que la hirieron y la azotaron públicamente; su vida estuvo en peligro porque intentaron fusilarla varias veces y de todas, se salvó audazmente.
Regreso a Buenos Aires
De vuelta a su provincia natal, la vida de la prócer argentina cambió para peor. En esa parte de la historia, los próceres conocidos eran varones blancos de la casta burguesa de aquella época y María Remedios era todo lo opuesto.
Uno de los primeros ataques que recibió fue no ser condecorada como parte del ejército de Belgrano y tras ellos, no le pagaron su sueldo. Por esos años, se vio a María Remedios totalmente devastada por su situación económica y con la herida en el corazón de haber perdido a su esposo e hijos en el campo de batalla.
María Remedios se hundió en la indigencia, tal como lo anunció Juan José Viamonte en una sesión legislativa el 18 de julio de 1828: "Yo no hubiese tomado la palabra porque me cuesta mucho trabajo hablar, si no hubiera visto que se echan de menos documentos y datos. Yo conocí a esta mujer en la campaña al Alto Perú y la conozco aquí; ella pide ahora limosna; porque después de esa vida durante tantos años, herida y maltratada, no podía trabajar naturalmente".
💣Bombita. Cada 8 de noviembre se conmemora el Día Nacional de los Afroargentinos y la Cultura Afro, en honor al fallecimiento de María Remedios para visibilizar su figura que durante tantos años no fue reconocida.
Ya en 1829, la Sala de Representantes de la Provincia de Buenos Aires le concedió el cargo de sargento mayor de caballería lo que hizo que su vida cambie rotundamente, pues Juan Manuel de Rosas, gobernador de Buenos Aires por esos años, le aumentó su pensión de 30 a 216 pesos lo que la hizo salir de la indigencia en la que vivía. Como gesto de agradecimiento, María Remedios del Valle cambió su nombre a Remedios Rosas.
Vivió con un poco más de plenitud hasta el 8 de noviembre de 1847, día en el que falleció. En la historia será recordada como la mujer negra que batalló valientemente por la lucha de la independencia argentina. Su reconocimiento además es un acto de justicia para aquellos que a pesar de su condición de esclavos en los orígenes de la Patria, se identificaron y lucharon por la Independencia argentina.